La Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural ha finalizado las obras de rehabilitación de la Iglesia de San Martín en la localidad de Medellín (Badajoz), que han incluido trabajos de consolidación de cimientos, restauración de fachada, cubierta, bóvedas y limpieza de la torre-campanario, con una Inversión total de 155.485 euros.

Las obras ejecutadas en el templo, declarado Bien de Interés Cultural, se han desarrollado en dos fases, la primera ha consistido en la consolidación y mejora del terreno existente bajo la cimentación al ser la causa principal de las lesiones que presentaba la iglesia desde hace años.

Para ello, se ha procedido a estabilizar el edificio mediante la inyección de resinas expansivas a baja presión en el terreno, como solución más apropiada de consolidación del subsuelo y estabilización de la cimentación, considerándose esta opción como la menos invasiva y más respetuosa con el valor patrimonial del inmueble.

Mediante la inyección de resinas expansivas se proporciona al edificio una cimentación con mayor consistencia, la cual era muy heterogénea y prácticamente no disponía de aglomerante entre las piedras, logrando estabilizar el edificio mediante la consolidación y refuerzo del terreno.

La segunda fase de las obras de rehabilitación de la iglesia ha consistido en la restauración propia del edificio mediante la reparación de los daños existentes, la consolidación estructural, así como la terminación y tratamiento de los paramentos.

Las principales actuaciones ejecutadas han consistido en la reparación de grietas y fisuras en fachadas, la limpieza y el retejado de cubiertas, la reparación o sustitución de carpinterías exteriores en sacristía y torre, así como el rejuntado de fábricas y posterior revestimiento con mortero de cal.

En el interior del templo se ha procedido a la restauración de las bóvedas del coro, parcialmente derruidas, así como de la balaustrada y solería. Igualmente, se ha procedido al picado y reposición de los revestimientos en paramentos verticales y horizontales y la posterior pintura.

En la torre-campanario, se ha realizado una limpieza y eliminación de vegetación, la colocación de soportes para nidos de cigüeñas, el cerramiento interior con malla metálica de los huecos del campanario para evitar la entrada de palomas y la adaptación de mechinales para nidos de vencejos.

En el exterior, se han sellado y consolidado las piezas de sillería granítica que conforman las claves de arcos y cornisas, así como la aplicación de un revestimiento e impermeabilización.

IGLESIA DE SAN MARTÍN

La iglesia parroquial de San Martín en Medellín se localiza en la ladera poniente del cerro sobre el que se eleva el castillo. Aunque hoy se encuentra en un extremo de la población, en su origen debió ser el centro de la misma, marcando este edificio junto al vecino templo de Santiago, el emplazamiento de la localidad.

El templo original se construyó hacia el segundo tercio del siglo XIII y de esta primera edificación sólo queda el ábside y la portada de la epístola. Bastante después, hacia 1570, en tiempos del obispo D. Pedro Ponce de León se añadió una sacristía en el lado del evangelio, de la que existe actualmente una parte. Sin embargo, la verdadera transformación del templo tuvo lugar a mediados del siglo XVII. Así, el templo se amplió construyéndose una nave, que es lo que, con algunas restauraciones ha llegado a nuestros días. En el lado sur del presbiterio se añadió, a lo largo del año 1700, una capilla para el venerado Santísimo de las Misericordias. Fue ejecutada por los maestros Pedro Gutiérrez, vecino de Cáceres, y Miguel Antonio, vecino de Zarza de Montánchez.

En su exterior, el conjunto acusa volúmenes y espacios. El aparejo de los muros, sillería en el presbiterio y mampostería en la nave, marca las dos principales fases constructivas. Probablemente, una de las partes más interesantes sea el presbiterio, se trata de una sobria obra semicircular realizada en sillería con perfecta estereotomía, es de aspecto sencillo, ventana abocinada en el eje y canecillos cúbicos, sin decoración, soportando el alero. En los muros de la nave sobresalen estribos que marcan los diferentes tramos en que está dividido el interior. En el segundo tramo, entre dos contrafuertes, se abrió la portada gótica primitiva, que parece, estilísticamente, algo posterior al ábside.

Es una obra bastante sobria, con puerta abocinada formada por tres arquivoltas apuntadas con baquetones. Las jambas se animan con unas hendiduras verticales que proporcionan claroscuro a la superficie, mientras los capiteles muestran una decoración vegetal tratada con cierto esquematismo y plenitud.

A los pies del templo, adosada a la nave, se encuentra la torre. Es muy sencilla, con fábrica de sillarejo en sus muros, reformada con sillería en los ángulos. Tiene dos cuerpos, el inferior es muy elevado y en el alto se abren tres vanos con arcos de medio punto para las campanas. Remata la torre en una pirámide realizada en ladrillo.

A mediados del siglo XVII se modificó el edificio, conservándose el ábside y parte del muro este del crucero y creando una amplia nave barroca. Tiene la nave cuatro tramos separados por arcos de medio punto que apoyan en sencillas pilastras, cubriendo el espacio una bóveda de medio cañón con lunetos. En el lado del evangelio se añadió en 1700 una capilla dedicada al Cristo de las Misericordias.

Es una obra barroca organizada en tres tramos, cubriéndose el mayor con cúpula y los otros dos espacios mediante cañón con lunetos y cuenta con coro a los pies.