¿Imaginan esta poesía de Sor Juana Inés De la Cruz por peteneras? Pues esta oda a la belleza, al estudio y a la puesta en valor de grandes literatas de este país como Rosalía de Castro, Gabriela Mistral, Ernestina de Champourcín, Dulce María Loynaz o Carmen Conde por soleares, rondeñas, zambras o peteneras es lo que ha conseguido aunar en su voz flamenca y honesta la cantaora Antonia Contreras (Málaga,1963) con su nuevo trabajo ‘Singular Femenino’. Una obra, ya como trabajo discográfico, que hace unos días ha presentado en el marco de la Cumbre Flamenca de Murcia que este año ha estado dedicado a las “Mujeres, poetas y flamencas”. “Cante femenino, cante grande y bello en la Cumbre Flamenca hermanada con Lo Ferro” nos comenta el compañero Gabriel Maldonado, y es que la malagueña defendió junto al maestro Juan Ramón Caro algo más que una singularidad femenina sino la tradición, sabia y flamenca, de aunar literatura y cante. Una unión indivisible como lo es el estudio y el éxito; el trabajo y el reconocimiento, o la de la propia Antonia Contreras cada vez que decide subirse a un escenario con la humildad y ese cante, en continua evolución, que le caracteriza. Pasen y lean.

¿Por qué “Singular femenino”?

Se ha cantado mucho y bien a grandes poetas: Lorca, Machado, Miguel Hernández, Alberti y un largo etc. pero me llama la atención que apenas se cante en el flamenco a poetas femeninas, así que me puse manos a la obra y busqué a mujeres que nunca hubieran sido adaptadas al flamenco. Ahí es cuando surge lo de «Singular femenino». Presenté un proyecto con motivo de la Bienal de Arte Flamenco de Málaga de 2019, les interesó la idea, y es ahí donde se estrena como espectáculo. Este año, por fortuna, se ha estrenado el disco en la Cumbre Flamenca de Murcia a la cual, por cierto, estoy muy agradecida.

¿Cómo hizo la selección de estas autoras? ¿qué fue lo más complicado?

Lo más complicado: ceñirme a un número determinada de mujeres. Me habría gustado que fuesen más, pero tendría entonces que haber grabado varios discos porque, ¡me encontré con verdaderas joyas! Lo más complicado es que al ser poesía que no está pensada para el flamenco dificulta y mucho la adaptación al cante. La selección la hice teniendo especial atención a la métrica de los poemas, por un lado, y por otro, a la del cante; y en todo ese proceso he tratado de cuidarlos al máximo para no alterar nada. Lo cierto, es que hoy por hoy, estoy muy contenta con el resultado.

Mujeres poetas de distintas épocas a diversos palos del flamenco…, ¿le fue fácil asignar a cada autora un estilo flamenco?

Fue un proceso muy bonito, pero nada fácil, es verdad. Muchas horas de trabajo, pero para un resultado muy gratificante. «Singular femenino» es un aprendizaje inmenso en todos los aspectos. Algunas de las poetas son desconocidas, ha sido una gran suerte haberlas encontrado y por eso aposté, desde el principio, por la idea de que este era un trabajo que merecía quedar grabado, y ahora sí, ahora estará para siempre.

Uno de los poemas que más me costó adaptar y de los primeros que seleccioné fue el de Sor Juana Inés de la Cruz «hombres necios que acusáis». Me llamó la atención como una religiosa en pleno siglo XVII escribiera así sobre los hombres.

¿Hacia dónde está evolucionando su cante?

He tratado siempre de que evolucionara hacia adelante, hacia la creatividad, pero desde mi propia manera de sentir y expresar el cante buscando, siempre, mi personalidad. Me considero una artista inquieta con una constante inquietud por aprender, por llevar un repertorio variado e inédito. Eso unido a que tengo la fortuna de compartir mi vida junto al maestro Juan Ramón Caro, excelente músico y también con similares inquietudes en esa búsqueda de nuevas formas y sonidos, hace que vayamos navegando en el mismo barco con la misma ilusión y ganas.

¿En qué momento se encuentra como artista?

Siento que vivo en un buen momento. Me siento muy satisfecha por mi trabajo de los últimos años, con ganas y con ilusión de seguir desarrollando un arte que me apasiona, y siempre agradecida a la vida que me lo permite.

¿Nuevos proyectos?

Promoción del disco, festivales de verano y otras actuaciones, como Semana Santa en Madrid, o “El Amor Brujo” en Francia…y en cuanto me sea posible, grabar el próximo disco en el que incluiremos nuevas creaciones. Nuevas ideas, en las que ya estamos trabajando.

(PARA FALDÓN)

“DE LA BELLEZA”

Prólogo del disco ‘Singular Femenino’ por Antonio Parra

Decía uno de los grandes filósofos del siglo XX, Wittgenstein, en su célebre ‘Tractatus’, que hay cosas en el mundo para las que no existe una palabra que las nombre porque, ciertamente, no existen en la realidad, y por lo tanto no cabe decir nada de ellas, como afirmaba con su citado aforismo: de lo que no se puede hablar con claridad, dada su inexistencia, es mejor no hablar y guardar silencio (…)

¿Podemos salir al mundo a buscar la belleza así, con mayúsculas, en abstracto, como una cosa única existente? No, ciertamente. Sin embargo, podemos encontrar muchas cosas bellas. No existe la belleza, pero existen las cosas bellas. Porque, ¿acaso puede el ser humano vivir sin belleza?

Pues bien, estamos ante una de esas cosas bellas por las que vale la pena haber vivido: hablo, claro, del disco ‘Singular femenino’, de Antonia Contreras, una de nuestras mejores cantaoras actuales, en la que aborda la difícil tarea de llevar al flamenco a una serie de mujeres poetas que no habían escrito para la canción y menos para el cante, aunque, si bien se piensa, toda poesía, en última instancia, nace para ser cantada, desde la antigua Grecia a Borges, que decía que sus milongas aspiraban a ser cantadas; o el poeta gallego José Ángel Valente, que en Almería dejó explícitamente unos poemas- canciones para ser cantados en flamenco.

Antonia Contreras ha tenido la suerte de encontrarse a estas mujeres que escribían, célebres pese a su condición femenina, siempre menospreciada en el pasado, pero ellas han tenido la suerte de encontrar a Antonia. El encuentro ha dado como resultado la esplendorosa belleza. Belleza cantada con voz clara y cristalina, lírica pero honda y jonda al mismo tiempo.

Así, junto al maestro Juan Ramón Caro, Antonia ha abordado en este hermoso disco los poemas de Sor Juana Inés De la Cruz, María Elena Walsh, Dulce María Loynaz, María Rosa Gálvez de Cabrera, Rosalía De Castro, Carmen Conde, Ernestina de Champourcín o Gabriela Mistral. El resultado es una obra ya imborrable. Tanta belleza aturde. Podemos referirnos a todas y cada una de estas creaciones, pero citaré solo como ejemplo la maravillosa y misteriosa voz en el cante del soneto- canción ‘Búscame en ti’, de Champrourcín, o el hermoso poema, aquí convertido en entrañable y delicada nana, ‘Apegado a mí’, de Gabriela Mistral (…)

Antonia Contreras, junto a Juan Ramón Caro, ha hecho un trabajo arduo y refinado. No es la primera vez, desde luego, que se adapta al flamenco obra poética. Pero ellos la han abordado sin falsear los poemas ni adaptarlos a la estructura del palo elegido, sino que lo han hecho, prácticamente, en su plenitud, respetando verso a verso y casi palabra a palabra, salvo en un par de casos en los que han hecho leves variaciones para ajustarlos a la acentuación del cante. Y todo ello sin orquestación, sin alharacas musicales. Solo con la voz refinada, poética en sí misma, de Antonia, y la guitarra limpia y sonora del maestro Caro, aunque es verdad que en dos temas cuentan con la colaboración de la guitarra de Andrés Cansino.

Y una gran sorpresa (gratísima sorpresa) que contiene este disco: la voz formidable, hermosa, de Adelfa Calvo, hija de Adelfa Soto, nieta por tanto de la gran Niña de la Puebla. Adelfa Calvo recita dos de los poemas, y contra lo que suelen hacer las rapsodas habituales, que declaman sin sentido y huecamente, ella interioriza los versos, dándoles el verdadero sentir de las poetas a las que se recita.

Un disco, en definitiva, que es una joya. ¿Cómo se puede cantar tan bien, con tanto lirismo, y al tiempo con tanta flamencura? Innovar no es dar saltos en el trapecio sin ton ni son. Innovar es esto que ellos han hecho: darnos formas y sonidos nuevos sin perder un ápice de la cadena de la tradición. Y así, se suceden la canción por bulerías, la soleá, la rondeña con fandangos abandolaos, la zambra, la petenera, la nana o el soneto hecho canción sin estridencias, con delicadeza. Un homenaje a la hermosura. La belleza.