Volvemos a llenar las calles, volvemos a pintar arcoíris sobre los adoquines que algunas personas tratan de lanzar sobres nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros deseos.

Volvemos a volar, volvemos a ser visibles. 

Volvemos a recordaros que nuestras luchas, el feminismo y nuestras vidas, interseccionan, que las realidades de las personas LGBTI son susceptibles de sufrir más vulneración de derechos cuando somos mujeres, migrantes, personas con diversidad funcional, negras, trans, cuando hablamos de la infancia o las personas mayores, cuando somos de etnia gitana o somos pobres.

Volvemos para seguir exigiendo memoria, la misma que nos sirve a las mujeres lesbianas para reconocer la presencia de nuestras compañeras trans en las primeras filas de las luchas por nuestros derechos, su presencia en las asambleas feministas, en los movimientos que luchan contra la precariedad, en los que siempre han sido escudo poniendo sus cuerpos, sus vidas.

Volvemos para exigir que las personas trans estén, por una vez, delante en la conquista de derechos.

Volvemos para decir a quienes siembran odio, a quienes nos difaman, a quienes no soportan nuestra existencia y nos violentan: ¡NO OS TENEMOS MIEDO!

Volvemos para seguir exigiendo el fin de las pandemias. Sabemos muy bien cuales son sus efectos: hemos perdido a muchos compañeros y compañeras. Seguimos tratando de frenar los prejuicios, y nos revelamos contra quienes quieren culpabilizarnos de todos los males del mundo.

Volvemos orgullosos y orgullosas y con la cabeza bien alta, desde nuestros pueblos, con nuestras familias y la mayoría de la sociedad de nuestro lado, para decir

¡BASTA YA!

Basta ya de odio.

Basta ya de discriminaciones.

Basta ya de amenazar con quitarnos nuestros derechos.

Basta ya de cuestionar nuestras identidades.

Porque también los hombres homosexuales queremos recordar que fueron mujeres trans las primeras en defender nuestros derechos.

Ahora, a nosotros, nos toca exigir el reconocimiento de los suyos.

Volvemos en PALOMOS a reivindicar la diferencia como valor, como dijo Audry Lorde, “no son nuestras diferencias las que nos dividen, sino la incapacidad de aceptar, reconocer y celebrar esas diferencias”.

En este mundo plural que habitamos, donde lo global y lo local van de la mano no nos olvidamos de los casi 80 países donde la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad están criminalizadas.

Queremos ser libres en cualquier lugar, seamos como seamos, sin sentir miedo por agarrar la mano de aquel al que amamos, sea quien sea. 

Y las personas bisexuales también exigimos que se acelere todo lo que tiene que ver con la ley, que garantice el reconocimiento a las personas trans, para que dejen de ser violentadas. 

Palomos ha vuelto a llenar las calles de Badajoz con las plumas de maricas y bolleras, ha vuelto a llenarse de la grandeza de quienes hemos tenido que pelear por que se reconozca nuestras identidades, se ha llenado de respeto, de reconocimiento de dignidad.

Es cierto, fuimos las primeras en parar los golpes y ocupamos el último lugar en la conquista de derechos. Lo dijimos todo hace mucho, pero la mayoría de la sociedad sigue sin reconocernos, sin escucharnos, sin darnos voz.

Fuimos las mujeres trans, mis compañeras trans negras, quienes en Stonewall se plantaron. Fuimos nosotras quienes, en Barcelona o Madrid, nos pusimos delante en las manifestaciones, a recibir golpes e insultos, pusimos nuestros cuerpos por delante para pelear por los derechos que disfrutáis.

¡¡¡¡ Ahora necesitamos que, a nuestro lado con nosotras exijáis que se apruebe la ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI que repara parte de las injusticias acumuladas!!!!

Desde Palomos vamos a seguir exigiendo igualdad de derechos, vamos a seguir celebrándonos, vamos a seguir haciendo de Badajoz, de Extremadura y el Mundo un lugar mejor

Como nos recordaban esta semana: “Nuestra venganza será la alegría y nuestra autodefensa será la lucha colectiva”.

¡VIVAN LOS PALOMOS!