El 11 de julio es el Día Mundial de la Población. El motivo por el que se conmemora esta fecha es para concienciar sobre la urgencia y la importancia que merecen todas las problemáticas que ha sufrido y sigue padeciendo la población mundial en su desarrollo y relación con el medio ambiente.

Por este motivo, y asociado a las metas que se desean alcanzar, esta conmemoración está directamente vinculada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 sobre ciudades y comunidades sostenibles.

Este día se celebró por primera vez el 11 de julio de 1990 en más de 90 países. Desde entonces, se reafirma el derecho de la población para planificar sus familias, principalmente para aquellos con mayor dificultad para acceder a la información y a los servicios necesarios de planificación familiar, como la población marginal o los jóvenes.

Desde la Diputación de Badajoz se indica que este derecho a planificar las familias implica que puedan planear su vida y vencer a la pobreza, mejorar la salud de las madres y sus descendencias, lograr una mayor equidad de género, planear derrotar la muerte materna y sostener a la juventud.

En su contribución a este ODS, la institución provincial trabaja para identificar las barreras arquitectónicas del entorno, aportar soluciones a las mismas, sensibilizar de la problemática de la sobrepoblación, identificar el patrimonio cultural y natural para preservarlo y reconocer la necesidad de espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles. En este sentido, la institución ha vinculado con el ODS 11 todas las actuaciones relacionadas con el fomento de ciudades y comunidades sostenibles, resultando un total de 80 proyectos.

Celebración en Valverde de Llerena

La Diputación ha celebrado este Día y su ODS en Valverde de Llerena con varias actividades, entre ellas una gymkhana juvenil temática por el municipio. A continuación, el alcalde de la localidad, Andrés Gómez, y la diputada provincial de Patrimonio y Mercado Gastronómico, Mª Dolores Enrique, dieron lectura a un manifiesto donde, entre otros argumentos, se constata que “todos y cada uno de nosotros y nosotras somos responsables de nuestro paso por el mundo, de nuestras prácticas, de lo que generamos y dejamos atrás…Por ello, somos una pieza esencial para avanzar hacia el desarrollo y la prosperidad, sin dejar a nadie atrás, desde la convivencia y el respeto por los diferentes ecosistemas para que cuestiones tan graves como el cambio climático se detenga”.

Asimismo, indicaron que “somos los que generamos las oportunidades de crecimiento, los que damos o quitamos valor a lo que nos rodea y de los que depende conseguir consolidar sociedades más sanas y fortalecidas en derechos humanos, economías sostenibles y espacios verdes”. El manifiesto añade que, no obstante, para poder seguir avanzado “debemos hacer frente a problemas que aún seguimos alimentando y que no hacen más que poner barreras a colectivos y, en general, al progreso”. Estos problemas se asocian a las desigualdades por razón de género, raza o etnia, clase social y religión, el acceso y abuso desproporcionado de los recursos naturales y los sistemas económicos desigualitarios, entre otros muchos elementos y estructuras que son considerados como pilares de una sociedad que deben consolidarse desde la justicia, la igualdad y responsabilidad para garantizar un adecuado desarrollo universal”.

Por todo ello, continua, “tenemos que ser conscientes de lo que genera nuestra actividad en el entorno y las consecuencias que afectan directamente a la población. No se nos ha de olvidar que somos lo que generamos y que de todos depende la mejora del mundo para convertirlo en la casa de todos los seres vivos que habitamos en él”.

Sobre Extremadura, el manifiesto propone que tanto las administraciones públicas como el ámbito privado deben coordinar actuaciones “para favorecer el crecimiento poblacional, evitar el despoblamiento de nuestros pueblos y luchar de forma decidida contra el cambio climático que amenaza con convertirnos en un gran desierto sin agua y con unas temperaturas difíciles de soportar”.

Por todo ello, el 11 de julio, la Diputación de Badajoz y el Ayuntamiento de Valverde de Llerena manifiestaron la necesidad de tomar conciencia de lo que implica nuestra presencia y actividad en el mundo y, sobre todo, en nuestro entorno más cercano.