Asaja Extremadura respalda que la nueva Consejería de Agricultura se desdoble en dos debido a las excesivas competencias que agrupaba en la última legislatura y urge el rápido nombramiento de sus responsables. Así lo ha destacado el presidente de esta organización agraria, Ángel García Blanco, que considera positivo que la nueva Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura, tal y como han anunciado este viernes los grupos parlamentarios de PP y Vox tras su pacto de gobierno, se desdoble en dos y tengas las competencias repartidas. “Hemos venido denunciando públicamente de forma reiterada que en la pasada legislatura la consejera Begoña García estaba sobrecargada de trabajo porque abarcaba muchas competencias a la que era imposible atender de una forma eficaz”, ha recordado.

Entre estas áreas se encontraban no sólo las propias de Agricultura y Ganadería sino también numerosos sectores como caza, pesca, la gestión del 112, Política Forestal y Desarrollo Rural, Regadíos, Infraestructuras Agrarias, todas ellas muy importantes para Extremadura y que, sin embargo, no podían ser atendidas como se merecía el anterior ejecutivo debido a su amplio volumen de actividad.

“Nos parece acertado en que se dividan las competencias entre ambas consejerías diferentes”, ha señalado este viernes el presidente de Asaja Extremadura, que además considera que el futuro ejecutivo de María Guardiola debería de eliminar la consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad y encajarla en alguna dirección general o secretaria dependiente de alguna de las Consejerías.

Igualmente solicita que a cada una de las consejerías del futuro gobierno se le asigne un servicio exclusivo de Declaraciones de Impacto Ambiental, así como un departamento informático propio.

También urge al nombramiento rápido de los titulares de dichas consejerías, en cuanto se produzca la investidura de la futura presidenta de la Junta, María Guardiola, dada la necesidad apremiante de los agricultores y ganaderos de ser atendidos como se merecen en estos difíciles momentos que atraviesa el sector agrario, toda vez que existe una parálisis generalizada en la administración desde las últimas elecciones autonómicas y municipales debido a que el gobierno regional está desde entonces en funciones.