El Barrio protagonizó una noche muy especial en el penúltimo concierto de la VIII edición del STONE & MUSIC Festival. Especial porque era el primer concierto de su carrera en el Teatro Romano de Mérida, y especial porque el teatro registró un nuevo lleno absoluto y se vivió una noche llena de emociones y de buena música.

Miles de personas cantaron, bailaron y se emocionaron en las más de dos horas de concierto, con algunos de los temas más clásicos de José Luis Figuereo Franco ‘Selu’ y, sobre todo, con las canciones de su último disco, en lo que fue una gran noche barriera.

El imponente escenario del Teatro Romano de Mérida fue testigo del espectáculo con un juego de luces y sonido que previamente caldeó al graderío para dar paso a la entrada de Selu, al que esperaba una legión de seguidores llegados de todos los puntos del país. Este no era un concierto cualquiera, era el primer concierto de su carrera en el monumento bimilenario emeritense y eso lo hacía aún más especial. Y el concierto comenzó a lo grande, con temas de su disco número 14, ‘Atemporal’, pero que fue alternando con sus temas más clásicos y esperados por su público.

El ‘sello barriero’ que Selu se encarga de mantener en todos sus discos y conciertos hizo parada en Mérida y el público allí presente se entregó en cuerpo y alma al cantante en cada una de sus interpretaciones, entre ellas con ‘Yo me voy al mundo’, que levantó al teatro.

Con ‘Poetas de versos torcíos’, ‘Qué arte’, y ‘Curandero’ llenó el teatro de magia y fue creciendo entre tema y tema con su impresionante voz, que llenó de punta a punta el monumento siempre acompañado por el sonido de las palmas de los espectadores. Acompañado solo por su guitarra tocó ‘Remanso’ ante un público entregado.

El gaditano llegó al punto más alto de la noche con su habitual popurrí de canciones, que permitió paladear sones y letras de más de sus creaciones más reconocidas.

Y entre sus grandes temas llevó el final de la noche del andaluz, que empezó cerrando con ‘Licenciado’ y, con el público pidiendo más, puso el broche a la noche con uno de los himnos barrieros por excelencia: ‘Orgullo’.