Estamos viendo en las noticias que últimamente, con motivo de que aumenta el consumo del jamón ibérico durante la época de navidad, hay personas que utilizan recursos para poder estafar a la gente, y aprovecharse de que buscan conseguir esta pieza al mejor precio.
Una herramienta clave para evitar estafas, es la información, por eso, desde la empresa de ibéricos de Enrique García, nos comparten algunos trucos que se están utilizando, y puntos en los que debemos fijarnos para que no nos den “jamón por liebre”:
Hay que tener cuidado con las ofertas de jamones que nos aparecen porque pueden ser jamones robados o jamones fraudulentos. La forma de darnos cuenta es que sí este precio está demasiado bajo con respecto al resto del precio de mercados, es porque es robado o es fraudulento. Al final todas las empresas nos movemos por un rango de precios similar así que este sería un primer detalle a tener en cuenta y para levantar sospechas.
Recientemente se vio un caso en el que habían utilizado betún para pintar la pezuña y hacer pasar el lote como producto ibérico. Para evitar que te estafen con esta técnica es importante revisar que lleven una brida oficial de ASICI. Además, como consumidor puedes descargarte la aplicación de ASICI y escanear el código de barras que aparece en la brida y de una forma rápida y sencilla, comprobar sí ese jamón realmente es ibérico y sus cualidades.
Sí el producto no tiene exactamente la palabra ibérico, y utilizan términos como “jamón de campo” no te lo pueden vender como producto ibérico ya que eso no está dentro de la norma y es la brida la que determina y confirma realmente que cumple con las características para poder ser denominado de esta forma. Tienen que contar con la brida oficial de ASICI.
Dentro del ibérico hay diferentes tipos de porcentajes en lo que se refiere a la raza ibérica, y dentro de la norma del ibérico tiene que ir especificado su porcentaje, por lo tanto, sí no aparece, no puedes confirmar al 100% que lo sea.
Es cierto que hay mucho jamón fuera de norma, se escudan muchas veces en eso y es que cualquier jamón puede valer cómo fuera de norma, y eso es algo en lo que se amparan mucho. Esto puede suceder con jamones que no hayan llegado al peso mínimo que son menos de 7 kilos, tal y como dice la norma. Hay gente que vende jamones fuera de norma, en este caso tendrías que fiarte de esa persona y confiar en que no te esté engañando.
Con estos puntos los consumidores pueden saber y tener como referencia cuales son las novedades sobre las estafas de este producto y en qué deben fijarse a la hora de comprar el producto y evitar dudas y engaños.
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