Fuente del Maestre sigue siendo una ubicación elegida por jóvenes emprendedores de esta localidad pacense para poner en marcha sus proyectos. Es el caso del fotógrafo Diego Muñoz Suárez que, desde hace año y medio aproximadamente, regenta su propio estudio .
Con formación en comunicación audiovisual y en publicidad y relaciones públicas, ha realizado además un máster en la Escuela de Creativos “Brother” de Madrid: una prestigiosa escuela de creatividad para mentes inquietas, de ámbito internacional, en la que imparten clases los mejores publicistas del país.
Con este bagaje, y después de trabajar durante un tiempo en Madrid, Diego apostó por volver a Fuente del Maestre y montar “Diego Muñoz Studio” en la calle Ronda: “ Nació por una necesidad de apostar por el autoempleo. En Madrid era fácil saltar de una empresa a otra porque hay un gran tejido empresarial, pero para los que trabajamos desde nuestra propia sensibilidad artística no siempre resulta fácil encajar en una empresa, tener que adaptarte a las ideas de un equipo de trabajo o de un jefe. Aquí es verdad que no existen muchas empresas que te permitan trabajar en publicidad y creatividad, pero eres tú el que marca tu propia dirección creativa, puedes seguir tus propias ideas. Y sobre todo lo monté porque no tengo miedo al fracaso. “
Desde entonces, se ha centrado principalmente en reportajes de fotos y videos de boda en los que deja impresa su marca personal: “A mí me gusta la naturalidad, es algo que debe estar presente en todo el proceso, desde el trato cercano con el cliente hasta el resultado final.
Es muy importante tener empatía para poder conocer a tus clientes , conversar antes con ellos, ponerte en su lugar y acabar disfrutando de la misma forma que esos novios que están viviendo algo muy importante en sus vidas. De esa forma, vas a sacar su lado más auténtico y veraz, y eso se refleja en el trabajo final.
Naturalidad… En la puesta en escena, en los colores, en el uso de la luz… Tienes que transmitir en imágenes la felicidad y la alegría de lo que estás capturando.
Quiero captar verdaderos momentos de vida para que no caigan en el olvido.”
Al echar una mirada sobre sus fotografías, junto a instantáneas de parejas que derrochan alegría de vivir; hay otras que captan preparativos , momentos más íntimos de los novios en sus entornos cercanos antes de la boda o composiciones con los anillos, que pueden aparecer colocados sobre las teclas de un piano antiguo o entre zapatos de madrina elegante: “ Es que los anillos, por lo que simbolizan, son elementos muy significativos de ese día. Me gusta darles un protagonismo aparte, y me gustan esas fotos de muchos momentos ilusionantes para que, al cabo del tiempo, puedan recordarse y ayuden a reconstruir todo lo vivido.”
En definitiva, y en la línea del prestigioso fotógrafo Robert Capa, a Diego Muñoz no les gustan las fotos “demasiado preconcebidas: yo llevo mi idea en la cabeza, pero siempre estoy abierto a lo inesperado, en eso consiste ser artista, en permitir que sean las fotos las que te encuentren a tí. Esa es la magia.”.
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