¿Se puede decir que existen y han existido seres humanos que han vivido más con los libros o las películas o el arte o la música o… que con otras personas…?
¿Qué para sus vidas, hayan tenido un oficio o profesión, hayan tenido una familia, hayan tenido amistades, hayan tenido relaciones sociales, hayan vivido en una sociedad, pero para ellos han vivido y estado más con los libros o películas o arte o música o…, que con otros seres vivientes…?
¿Qué para ellos les ha importado más o, al menos, al mismo nivel o a casi el mismo nivel esa documentación, esas ideas, esos conceptos, esas imágenes, esas realidades culturales de interpretación del mundo…?
Si existe esta realidad o ha existido, sean muchos o sean pocos, uno tiene que preguntarse, el porqué y el por qué de ello, qué heridas llevan dentro, qué traumas, qué experiencias, qué vivencias, qué miedos, qué temores, qué angustias, qué alegrías, qué felicidades, qué búsquedas, que preguntas, que les ha llevado a esta aptitud y actitud. Quizás, quizás desde fuera no se perciba consciente y clara y limpiamente.
Un artículo literario de opinión es un artilugio que los humanos han inventado y diseñado y creado y criado para que algunas personas hablen de lo que quieran, en quinientas o mil palabras, hablen de cualquier tema. Puede ser de una gota de lluvia que se desliza por el cristal, o del presidente máximo de la Autoridad Sociopolítica de tu propio país, o de un virus nuevo, o de los cientos de miles de cuestiones posibles, pequeñas o grandes que existen. La columna periodística de opinión literaria, es el artilugio de la libertad. El que se acerca a ellos, puede y debe saber, que se puede encontrar con un tema, que quizás jamás había pensado en ello, con una perspectiva que no había previsto o que sí. Da lo mismo.
Lo importante es que si usted va en el metro o en el autobús o esperando la consulta del médico o descansando en un paseo por el parque. Lo importante es que usted si lee este artículo, se habrá enfrentado a una cuestión que quizás, quizás no se haya confrontado que es plantearse que hay personas en que las ideas, no solo platónicas, sino ideas, conceptos, datos, argumentos, razones, expresados en música, palabras, imágenes, colores, sonidos, etc., son tan esenciales como el respirar o el comer o el dormir o…
Y, combinaciones de ellas, no digo que sean más importantes que ellos mismos, o que sus próximos o cercanos, pero que están en una situación de casi adoración a las ideas expresadas de mil modos o maneras, sea literatura, escritura, arte, música, arquitectura, gastronomía, física, matemáticas… De ahí, como consecuencia que existan coleccionistas de cuadros, de libros, de partituras, de todo lo posible, y, de todo lo que sea legal y moral, esperemos y esperamos…
El tiempo pasa, recuerdo ya el lejano día o tarde, viendo por la callé Alcalá en televisión el sepelio de Tierno Galván, supongo que las nuevas generaciones, ya no saben quién fue esa persona/personaje, supongo que la administración de su partido ya le haya publicado sus obras completas. Recuerdo ese sepelio largo y tendido, toda la callé Alcalá, con el furgón del cadáver, con personas en las aceras ofreciéndole su homenaje, y, supongo que cientos de miles en televisión, haciendo lo mismo. Recuerdo esa imagen, algunas veces, me viene al cerebro, sin yo buscarla, que creo vivía en la calle Ferraz o cercanía de Madrid, ahora que tanto se habla de la calle Ferraz de Madrid… Qué por cierto, no sé quién o qué es Ferraz, supongo que será un personaje, no sé si será un sitio o un lugar. La calle Ferraz de recuerdos de décadas…
Existen personas que cazan aves o que pescan peces, pero también debe usted saber que existen personas que cazan ideas, conceptos, datos, imágenes, argumentos, razones, análisis, percepciones de ideas, recuerdos de conceptos y recuerdos de personas y personajes con ideas y proyectos… Y, con eso se van haciendo un mundo mental. Se van explicando el mundo.
Son cazadores y pescadores de ideas que interpreten su mundo. Otros, diríamos son más hedonistas y buscan experiencias de otro tipo, placenteras de los sentidos en otros caminos. No diremos nombres. Otros, desean acumular experiencias de Poder y poder, y, según dónde se sitúen mueven los hilos de nuestros ojos y brazos, que somos los pequeños actores de carne y sangre… Recuerdo en la lejanía acontecimientos políticos del pasado. Recuerdo cuántos han pasado por las cátedras universitarias y cuántos por los sillones de las Cortes, y, cuántos se han ido “con los que son más”, como dirían los clásicos, pero otros viven, y, esos que viven ahora callan. Esperando a ver en qué termina todo esto… Esos que hablaron tanto, en otras décadas, ahora callan, quizás con los pies en su segunda residencia en el Mediterráneo…
Hay seres humanos, debemos reconocer, que sin ser platónicos en sus teorías, desde luego viven más en el mundo de las ideas, sean matemáticas o físicas o artísticas o estéticas o literarias o gastronómicas o políticas o sociales o… que en la vida rutinaria o normal, que parecen van embelesados por la vida, y, que los demás no los entienden, ni ellos mismos tampoco.
¡Cuánto ha aprendido usted hoy, al leer este modesto artículo, ha percibido una realidad que quizás jamás había pensado, que existiesen seres humanos así, qué número son o en qué proporción eso no lo sé, pero que existen es una verdad…, y, quizás es su vecino o vecina del sexto o quizás su amistad de al lado, o quizás el que está al lado de su oficina, o quizás, un familiar que no comprende, o quizás, esa persona que nunca entendió del todo, porque no tenía la clave/llave de ello, de su misterio o enigma, que es ésta…!
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