Representantes de UPA-UCE Extremadura se reúnen este miércoles con el Consejero de Mundo Rural, Ignacio Higuero, para reclamarle una rectificación de la nueva orden de 15 de mayo, que establece la época de peligro alto de incendios y las restricciones que ha establecido para la actividad agraria sin que se haya producido una modificación de la normativa a nivel nacional.

UPA-UCE señala que nos encontramos en plena cosecha de cereales, en una campaña que, en principio, se puede calificar de positiva en cuanto a producción pero no en precios, sobre todo si se compara con la pasada que fue catastrófica debido a la sequía. Este año en Extremadura se estiman unas 700.000 toneladas de cereales y la pasada campaña se recogieron en torno a 146.000 toneladas.

En concreto, esta organización agraria pide una modificación de los requisitos que la orden establece para la actividad de las cosechadoras, empacadoras y segadoras en Extremadura, ya que están generando problemas y retrasos a los agricultores a la hora de recoger la cosecha. “Pedimos recoger la cosecha en unas condiciones de igualdad con el resto de agricultores cerealistas, no ya de países terceros ni europeos, sino españoles”, destaca el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas.

Desde esta organización agraria señalan que dicha orden, que no se ha negociado con las OPAS, recoge unas restricciones horarias de 13 a 21 horas en las épocas de
peligro muy alto y extremo. “Es una auténtica barbaridad que durante ocho horas al día no se pueda cosechar. Esto provoca retrasos importantes en la cosecha,
aumenta los costes de producción y pone en riesgo el trabajo y el esfuerzo de los cerealistas a lo largo de todo el año”, apunta Huertas.

Además, UPA-UCE denuncia que esta situación obliga a los productores extremeños a competir en condiciones desventajosas frente a los agricultores de otras regiones, como por ejemplo los de Castilla-La Mancha, cuya orden permite cosechar todas las horas incluso en épocas de peligro muy alto y, además, deja fuera a las
empacadoras y a las segadoras, que aquí en Extremadura también están restringidas.