Todos los seres humanos, hombres y mujeres, tienen que tomar decisiones, esta es la grandeza, la libertad, la realidad y el problema. Porque existen tantas decisiones…
Y, tantas formas de acertar o equivocarse. Tomas una decisión del presente, que estás condicionado por el pasado, personal y social y familiar y ambiental, pero tomas decisiones de y sobre el futuro. Y, el futuro pueden existir variables que no controlas, porque el futuro nadie lo conoce.
El mundo humano es complejo, el mundo natural es complejo, el mundo humano individual es complejo, el mundo de las ideas-cultura es complejo. Estamos nadando y buceando en cientos de variables. Variables de todo tipo. Nosotros nos movemos y volamos en un mundo presente, y, solo controlamos algunas variables, incluso del presente. Tenemos presente muchas, pero solo somos conscientes de algunas. Esta es la cuestión. Pero esta es la realidad. De ahí, la facilidad que es equivocarse, porque solo tomas en cuenta algunas variables.
Y, esto ocurre en la vida de uno mismo con uno mismo, de la vida de pareja, de la vida social, de la vida laboral, de la vida del Estado. Porque todos vivimos bajo el cobijo y el paraguas del Estado, las elites económicas como las clases medias y todos los estratos sociales. Vivimos y existimos bajo el Estado. Sea el Estado liberal, conservador, socialdemócrata, comunista –no sabemos cómo sería un Estado anarquista, porque que yo sepa, salvo pequeñas experiencias y experimentos localizados, no ha sido posible en la historia, quizás, por definición, nunca podrán tomar el poder-.
Pero a semejanza que hay un Estado de esas clases que hemos indicado; existen relaciones personales consigo mismo, familiares, sociales, a y en todos los ámbitos, que pueden tener un toque o corte más liberal, más socialdemócrata, más conservador, etc. Y, eso, quizás, ese tinte puede rodear a una persona, una persona en sus juicios y en sus enunciados, o, en entidades sociales de todo tipo, económicas o políticas o cómo organizar una empresa, puede ser más de un tipo o ser de otro…
En el tema de las mujeres, sucede lo mismo. Existe creo un error, que es pensar que existe derechos de hombres y derechos de mujeres, es como si hubiese en un balón lleno de aire, una parte de aire solo para un trozo del volumen interior de dicha esfera. No, si se aumentan los derechos de las mujeres, aumentan los derechos de los hombres, si aumentan los derechos de los hombres, aumentan los derechos de las mujeres –sin matizar y sin concretar-. Porque existen derechos del ser humano, y, van aumentando o disminuyendo ambos. Es fácil, ser consciente el concepto, porque si aumenta el derecho de la mujer, la persona que esté al lado de la mujer, niño o ancianos padres o conyugue, también aumentarán sus derechos, sean de un tipo o sean de otro, porque si aumenta un derecho de la mujer equis, puede y aumenta un derecho económico de los de alrededor, si la mujer puede trabajar, aumentan los derechos económicos de la familia…
En cuanto al derecho de las mujeres como en casi todo, está y estriba, en el marco cultural o metafísico en el que se muevan. Esto se olvida. Occidente, con una herencia cristiana, porque todavía sus grandes fundamentos son cristianos, aunque parte de la población no lo sea, o no quiera serlo. El problema de Occidente es que mientras tenga suficientes estructuras metafísicas cristianas, podrá ir ampliando los derechos de los seres humanos, los derechos de la mujer, y los derechos del hombre. Aunque parezca contradictorio. Si mañana se establece un derecho equis, sea el que sea, puede que el cristianismo indique que ese derecho no es derecho, sea el que sea. No pondré ejemplos concretos. Pero es en el seno del cristianismo y de la metafísica cristiana, dónde puede surgir ese derecho, en otras sociedades-culturas-metafísicas-civilizaciones-religiones, que no sean cristianas, quizás ese derecho no pueda surgir, no es que esté en contra o a favor del cristianismo, sino que no podrá surgir, como entre piedras no pueden surgir hierba verde o muy poca.
Al leer y acercarse al articulismo de opinión, te encuentras, que todos disponen de muchas dimensiones y perspectivas. Pero pienso, que hay que ser justos y generosos, si una columna personal ha nacido, sea en el tema, sea en algún punto, al encontrarse con otro artículo de opinión, parece que es deber, eso lo creo, recordar y mencionar ese otra columna periodísticas, que ha sido el espejo, en este caso, como homenaje, hay que recordar el texto titulado: Los hombres me temen, la sociedad me limita y yo amo mi vida, publicado en The New York Times, firmado por Glynnis MacNicol, el domingo, 16 de junio del 2024. Artículo que invito a leer. Algunos me dicen, es que no se puede estar de acuerdo con todas las ideas de un texto-artículo-ensayo-novela. Y, yo, siempre recuerdo, y, a veces, les digo, personalmente no estoy de acuerdo ni conmigo, porque voy cambiando en percepciones e ideas y conceptos y datos y argumentos, y, porque la cabeza es redonda para que las ideas den vueltas, como Fernando Savater nos diría.
Leo y releo poco lo que yo he escrito, y, casi siempre, pienso que muchas de esas ideas o conceptos, están estéticamente regular, que las ideas que representan hay que mejorarlas, que las razones, existen otras añadidas, etc. Ni siquiera uno está totalmente de acuerdo con uno mismo… Si es que uno se dedica a observar y a pensar-analizar-razonar, a estar en cierto silencio interior, para que la mente interior haga su trabajo, la mente interior es tu kilo y medio/cuarto de neuronas… -otro día, entraremos en el problema del alma-espíritu inmortal-.
En cuanto a la mujer, es muy fácil, la cuestión es si usted quiere que su hija, nieta, biznieta, tataranieta tenga los mismos derechos que su hijo, nieto, biznieto, tataranieto o no… Esta es la cuestión, simple y llana y sencilla. No se vaya por las ramas, esta es la cuestión…
JMM Caminero
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