Ante los cambios, la adaptación. El ciclismo no es ninguna excepción y la inminente Vuelta Ciclista a Cantabria es un ejemplo paradigmático. La prueba, en tiempos destinada a los profesionales, pasó después a centrarse durante muchas ediciones en las categorías élite y sub-23. Ahora, de cara a este 2024, se redefine para salir a las carreteras montañesas como una cita de carácter internacional para la categoría juvenil. Entre el 1 y el 3 de septiembre un pelotón de 174 corredores recorrerá las rutas cántabras. Una serpiente multicolor conformada por 29 equipos de seis ciclistas entre los que se encontrará el Electromercantil-GR100.
El equipo extremeño viaja a Cantabria, donde el miércoles 4 recala toda la caravana de la Vuelta Ciclista a España con motivo de la decimoséptima etapa, con un sexteto compuesto por el cacereño de Miajadas Luis Gallego, el onubense de Cala Curro Sánchez, el pacense de Zalamea de la Serena Jaime Sánchez y los madrileños de Morata de Tajuña, ambos juveniles de primer año, Salva García y Álvaro Vela. La presencia de corredores de hasta una quincena de países le confiere a esta carrera un valor extraordinario en el apartado formativo. Un punto de unión entre diferentes realidades de una categoría cada vez más profesionalizada. Las grandes estructuras profesionales tanto de la categoría WorldTour como de la UCI Proteam están más presentes, directa o indirectamente, en la captación y desarrollo de nuevos talentos.
La Vuelta a Cantabria, que volverá a contar con la cobertura en directo vía streaming de SportpublicTV, propone un menú variado en cuanto a recorrido. Para empezar, una pequeña y explosiva crono urbana que se desarrolla en menos de un kilómetro por la Cuesta de La Atalaya
de Santander, otrora un escenario habitual de esta disciplina en el Circuito Montañés y la propia Vuelta a Cantabria que presenta un tramo de 400 metros al 12% y una pendiente máxima cercana al 16%. Para el lunes, una etapa nerviosa con hasta cuatro pasos por el Alto de La Montaña, el último a menos de doce kilómetros de la meta en Vioño, y algún que otro repecho no puntuable que puede plantear situaciones de carrera interesantes. La última fracción, el martes, emerge como la jornada reina con los pasos por El Caracol, La Braguía (en cuya cima se recuerda al malogrado motoenlace Jorge López) y la ascensión final de kilómetro y medio a los accesos de las cuevas. Un escenario de primer nivel para crecer, madurar y ganar experiencia sin renunciar al divertimento de un deporte maravilloso y la ambición de cuajar un buen papel.
LII Vuelta Ciclista a Cantabria
1 de septiembre (etapa 1): Santander – La Atalaya (0,8 km, CRI).
2 de septiembre (etapa 2): Vioño – Vioño (134 km).
3 de septiembre (etapa 3): Puente Viesgo – Puente Viesgo / Cuevas del Castillo (127 km
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