El cantaor de Jerez de la Frontera Ezequiel Benítez no es por casualidad uno de los artistas actuales más valorados por la prensa especializada, o de los más demandados en el panorama flamenco de nuestro país.
Su impronta personal , tanto en las letras que crea como en la forma de interpretarlas, lo convierten en un artista muy personal y con una gran capacidad de empatizar con el público: “ yo canto desde mi verdad, pongo toda mi sensibilidad y mi alma. Y mi deseo es transmitir todo tipo de emociones al público, desde la risa al llanto, incluso experiencias espirituales.”
Esta autodefinición de sí mismo se cumplió a la perfección, además de ofrecer a la gente toda una lección de maestría en una gran variedad de palos. Ezequiel embrujó y enamoró al público derrochando también mucha simpatía, y demostrando que un artista es grande cuando se entrega de igual manera a un aforo de miles de personas que a una plaza con algo más de 200.
Junto a él, como si fuera su “media naranja” en el plano artístico, un virtuosísimo Paco León. Una llega a sentir que son sólo una misma persona, un mismo espíritu creativo que fluye a la par en dos cuerpos distintos. A veces, se diría que llegan a entrar en trance y llenan todo el espacio en el que actúan.
Previamente, tampoco defraudaron los extremeños Dani Castro (de Los Santos de Maimona) y el guitarrista Luis González (de Fuente del Maestre ) que, de callada y humilde manera, se va convirtiendo en el maestro que llegará a ser.
El cante de Dani es torrencial y potentísimo. Se le notan las influencias del cante jondo, se le nota Porrina y El Indio Gitano. No es la primera vez que actúa en un pueblo con el que tiene un vínculo muy especial y se nota que se siente como en casa: “yo me he hecho cantaor en Fuente del Maestre, en la peña Silverio a la que yo iba siendo muy joven y muy tímido… Y ahí encontré a gente maravillosa que me empujó y me ayudó mucho para yo tirara adelante con esto del cante. Nunca olvidaré a José y a Andrés “palanca”, y a toda esa gente …”
Junto a ellos actuó la bailaora Paqui Plata, afincada desde hace un años en Los Santos de Maimona , y con raíces familiares en La Fuente. Su baile estilizado y elegante, no exento de garra, levantó muchos aplausos. Confesó haber encontrado en Extremadura el “territorio flamenco” que ella necesita para seguir desarrollando sus estupendas cualidades.
En definitiva, lo vivido el pasado 31 de agosto fue un espectáculo de altura y lleno de alma flamenca. Cabe felicitar a la Peña Silverio por apostar por espectáculos de gran calidad y al ayuntamiento por su colaboración.
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