Llevo décadas oyendo lo de la interculturalidad o multiculturalidad y la diversidad cultural y multitud de conceptos semejantes. Porque esto no es nuevo…

Mi modesto entender y comprender, que puedo estar totalmente equivocado. Es que a través de los siglos y de los milenios, desde que tenemos referencias arqueológicas o, disponemos de dibujos o imágenes, o de lenguaje, éste desde hace cinco milenios, o cuatro y medio, si desean ser más exactos, siempre se ha producido un fenómeno la migración, no solo de individuos de un lugar a otro, sino de miles o decenas de miles de individuos. Por ejemplo, el motivo de la conquista de Julio César de las Galias, es el movimiento de un pueblo desde Helvecia o la actual Suiza hacia el este de la Galia o la actual Francia, y, eso le sirvió al primer césar a mover sus legiones…

Y, cuando dos individuos o dos grupos o dos colectivos o dos sociedades o dos comunidades o dos culturas entran en contacto, y, éste contacto, se sabe o conoce, que va permanecer, no unos días, ni unos meses, ni unos años, sino ya en el futuro de las generaciones futuras, pues ya se producen, encuentros y desencuentros, en mayor o menor medida…

Si además esos individuos, pertenecen a geografías culturales y metafísicas diversas, es decir, modos de entender y comprender y actuar en el mundo de forma diferente, en algunos o muchos temas. O, si queremos expresarlo de otra manera, imaginemos, que en cuestiones conceptuales y prácticas, existen cien ítems esenciales. Y, coinciden en la mitad, pero en la otra mitad no –no hay problemas en definiciones de ciencias duras o puras, pero si en el resto de temas de humanidades y ciencias sociales-. Y, esas diferencias, pueden ser importantes o solo leves, pueden ser esenciales o solo accidentales, o, pueden ser en unos ámbitos importantes y en otros, no tanto… Pueden ser diferencias económicas, políticas, sociales, culturales, religiosas, metafísicas de conceptos o de costumbres o de hábitos… ¡Aquí, ya pueden surgir cuestiones dialécticas adormiladas y larvadas de momento…!

Nosotros los ibéricos de esta península, sabemos o tenemos en la memoria, el estar y ser, en demografía diversa, las tres culturas-civilizaciones-metafísicas durante siglos. Cierto más en la edad medieval, más en otros contextos históricos y geográficos. Realidades que se produjeron antes de las grandes revoluciones que en Europa surgieron –las religiosas-teológicas con Lutero, Zwinglio, Calvino y sucesores; las parlamentarias y políticas, tanto inglesas, americanas, francesas que después, se han ido extendiendo por el mundo; o las económicas industriales, la revolución industrial, su primera fase en 1750, y, todavía estamos sufriendo fases de esas revoluciones; la revolución científica-tecnológica, que empezó a Copérnico, Galileo, Kepler, Newton y ha seguido en distintas fases y saberes, y, todas las consecuencias en otros campos y formas y maneras…-. Europa ha sido el centro de revoluciones sucesivas en estos cinco siglos, algunos dirían siete, desde el catorce…

El mundo ha cambiado, un dato, dicen que cuando Napoleón, existían, alrededor de mil millones de personas, a nivel mundial, dos siglos después, ahora ocho mil millones, dentro de veinte o treinta años, nueve mil millones… La situación es completamente cambiante. Dicen que César, Cayo Julio César que hoy lo hemos recordado, o Gengis Khan terminaron uno con un tercio de la población de la Galia, y, el otro, una barbaridad, decenas de millones del centro de Asia, en siglos diferentes, como usted sabe.

Pero ahora tenemos el reloj del punto final o del momento final. Que está a unos segundos/minutos de la doce de la noche. Hoy, la tecnociencia, y, mil otras cosas, nos permiten acabar con nosotros mismos. Hoy, desde hace ochenta años, tenemos el poder de exterminarnos a nosotros mismos… Esta es la realidad, podemos terminar con la misma especie y de paso con otras miles… Ni César, ni Gengis Khan, ni Alejandro Magno, ni Atila, tuvieron ese poder, ni lo tendrían, pero nosotros sí…

Puedo estar equivocado, pero creo que hoy, uno de los tres o cinco mayores retos de la humanidad, no es solo que no nos extingamos como especie, y, la cosa es difícil, entre doscientos jugadores, doscientos Estados jugando la partida del ajedrez y del go mundial y continental y territorial, existen muchos actores, y, cada actor, es de su padre y de su madre y de sus abuelos y de sus abuelas. Hoy, tenemos la espada de Damocles sobre las cabezas… pero decíamos que uno de los tres o cinco variables o elementos o vectores por los cuales estamos para que la espada de Damocles se caiga y nos atraviese a ocho mil millones de personas, es el problema y la cuestión cultural…

Lo hemos visto, grupos y colectivos y sociedades e individuos se apoyan en su cultura o metafísica o civilización o sociedad para no entenderse con los otros… Y, esta es la cuestión, si existen miles de temas o conceptos o ideas o prácticas culturales… desde cómo comer a cómo casarse, a cómo morirse, a cómo viajar, a cómo… Pues, muchas son baladíes, nadie se preocupa, que un grupo coma aceitunas en aceite y otro con leche y aquellos con vinagre. En multitud de temas, nadie se ocupa y nadie se preocupa…

Pero en otros, en otros sí. En otros vienen graves desavenencias y grandes desarmonías, y grandes interpretaciones diferentes… Y, aquí vienen los problemas, aquí, durante siglos han existido problemas y diferencias, en mayor o menor grado… Y, esas diferentes interpretaciones, no nos pueden llevar a encontronazos, ni en desavenencias graves, o en excusas, o en mil otras razones, porque la espada de Damocles, está sobre nosotros. No lo olvidemos. Eso es lo que ha cambiado el mundo. Y, en esa espada existen factores económicos, políticos, étnicos, lingüísticos, religiosos, demográficos y, mil otro tipo de variables, pero siempre está la cuestión cultural-moral-metafísica… Por lo cual, si deseamos sobrevivir, tenemos que solucionar las miles de cuestiones culturales… -es mi modesta opinión…-.

Solución posible o potencial o hipotética. Que grupos de entendidos y expertos, lo antes posible, con discreción y tolerancia y en paz, empiecen a estudiar los cientos de cuestiones y de temas… y, que empiecen a analizar, cientos y miles de conceptos y prácticas. La metodología podría ser la medieval, del sí o del no… Y, dar razones… Se pueden comer aceitunas o no, razones a favor o en contra, argumentos y contraargumentos, e irlos expresando, profunda y sencillamente… Quizás, sea el puente, para que todas las culturas empiecen, de verdad, a tender vías y caminos y senderos a otras…

No solo se deguste arroz a la javanesa, sino en otros temas, percibamos, quizás, que habrá que avanzar o quizás, ir modificando algunos conceptos… para que los diez o doce grandes buques de las civilizaciones, puedan vivir y estar y ser en el mismo mar de la vida… Porque no solo hay que adoptar los móviles o las televisiones o los misiles que otra civilización ha creado o inventado, sino quizás, también ideas sobre multitud de mil temas, unos ofrecerán unas y otros otras, por eso la necesidad de esos comités de sabios que estudien cientos de temas y de cuestiones culturales… Paz y pan y bien…

JMM Caminero