Nota de prensa UCE

Uno de los momentos más especiales de las Navidades, sobre todo para los más pequeños, es el de abrir los regalos que los Reyes Magos habrán dejado en sus casas. Y este año, como siempre, es muy importante que hagan sus deberes y traten de buscar fórmulas de ahorro que rebajen en cierta medida el coste de las abultadas cartas que les envían nuestros hijos.

Eso sí, y lo repetimos sistemáticamente todas las Navidades: ahorrar en juguetes no puede llevar aparejado ahorrar en su seguridad. Y no es un mensaje alarmista sin fundamento. Rapex, que es como se llama el Sistema de Alerta Rápida de la Unión Europea de productos peligrosos para los consumidores, que incluye todo tipo de artículos excepto comida, medicamentos y productos sanitarios, ha lanzado, sólo en lo que va de año, casi 550 alertas relacionadas con juguetes. Y esta cifra supera con creces las 9.300 si contabilizamos las emitidas desde que se creó esta base de datos, en el año 2005.

Ahorrar, pero no en seguridad

Siempre que encaramos las fiestas navideñas, quienes trabajamos en el ámbito del consumo, realizamos un esfuerzo por transmitir la necesidad de consumir de forma racional, sostenible para el medio ambiente y nuestro bolsillo, y tratar de ahorrar lo más posible para pasar la época de mayor consumismo del año de la mejor manera posible. Pero hay algo en lo que nunca aconsejaremos ahorrar: en la seguridad de los juguetes.

Es muy frecuente que, ante la avalancha de gastos que se aproximan, recurramos a bazares o a tiendas de comercio asiático para hacer realidad los sueños de nuestros hijos, pensando que podemos ahorrar. Y es cierto que estos juguetes son más económicos, pero las garantías de que cumplen las normas de seguridad desaparecen casi por completo.

No obstante, claro que es posible ahorrar, y mucho, sin escatimar ni un ápice en la seguridad de los juguetes que reciben nuestros pequeños.

Nuestro estudio

Para realizar este estudio, hemos tomado diez juguetes que, según los expertos, serán las estrellas de la Navidad, y hemos visitado distintos establecimientos comparando sus precios. Pero antes de analizar con detalle los resultados del estudio, es necesario puntualizar algunas cuestiones básicas.

Al contrario que en otros sectores, en los que muchas empresas tratan de derivar a sus clientes hacia internet mediante ofertas y ventajas especiales, en ninguno de los establecimientos incluidos en nuestro estudio encontramos beneficio alguno si compramos en la web; al menos, nos ofrecen los gastos de envío gratuitos a partir de cierta cantidad de gasto y, eso sí, nos ahorraremos colas y aglomeraciones de última hora.

Por otra parte, nos ha llamado poderosamente la atención la práctica llevada a cabo por algunos de los establecimientos visitados; como puede observarse en la tabla adjunta, los precios de algunos de los juguetes comparados son muy parecidos o casi idénticos. Sin embargo, en algunas páginas web aparecía un precio más alto que, tras un atractivo descuento, se quedaba en otro más bajo que era, casualmente, igual que el ofertado por la competencia. Esto puede generar una falsa sensación en el consumidor de que está consiguiendo un ahorro importante cuando, en realidad, está comprando ese juguete al mismo precio que tienen otras tiendas y, además, el precio recomendado por el propio fabricante.

Cada vez es más frecuente que, sobre todo las grandes superficies, comiencen la campaña de juguetes en el mes de noviembre, ofreciendo descuentos importantes, que pueden llegar hasta el 40%. Pero tenemos que leer la letra pequeña, pues en la inmensa mayoría de las ocasiones, este descuento no se hace sobre el precio del juguete que vayamos a comprar, sino que se nos entregará en un vale descuento a aplicar en una fecha próxima. Mucho ojo, por tanto, a una táctica promocional que, siendo perfectamente legal, puede llevarnos a equivocación.

En la comparativa de este año, hemos notado una menor competencia. Y es que, aunque no es la primera vez, este año hay dos juguetes que tienen un precio prácticamente idéntico en todos los establecimientos visitados. Pero sí es cierto que, en los que hay diferencias, estas son mayores, llegando en el caso más extremo a superar el 45%, aunque hay varios que superan el 35% con holgura. Sin duda, un aliciente más para que sus Majestades realicen este tipo de comparativas.

Por tanto, el consejo es muy claro para los Reyes Magos: que recorran todas las tiendas que puedan con la carta completa, pues en ningún caso un sólo establecimiento es el más barato en todos los juguetes analizados. Así, la mejor forma de ahorrar es adquirir cada uno allí dónde nos ofrezcan mejor precio; y este recorrido no debe suponer problema alguno, pues es habitual, y cada vez más, que todos los vendedores dispongan de páginas webs desde las que realizar nuestros pedidos cómodamente y sin tener que recorrer distancia alguna.

Como decíamos, este año es un perfecto ejemplo de cómo podemos ahorrar si comparamos precios entre distintos establecimientos. Es verdad que en Poe, un oso de peluche cuentacuentos, y en el juego de construcción LEGO Braille Bricks, no hay ninguna diferencia; pero en Playset Mini Scorpion, considerado el mejor juguete de radiocontrol de 2024, la diferencia la diferencia de precio entre el establecimiento más barato y el más caro supera el 45%; pero es que en Nano Crafts Estudio de Diseño, el mejor juego de manualidades de este año, la diferencia  roza el 40%; y casi la misma existe en el Imaginext Star Wars Darth Vader o en los Prismáticos multimedia, Naturaleza y aventura.

Para hacernos una idea de lo importante que puede ser esta comparativa, si nuestro hijo incluye esos cuatro juguetes en su carta a los Reyes, sus Majestades se podrían ahorrar casi 95 euros sólo visitando diferentes establecimientos y eligiendo cada juguete en el más barato.

Con todo, y aunque nuestro informe se centra en el ahorro que supone buscar y comparar, gastar más o menos no debe ser la prioridad a la hora de escribir nuestra carta; como siempre, la seguridad es lo primero.

Conclusión

Sin duda, el juguete es clave en el desarrollo de los niños, y por eso debemos ser especialmente cuidadosos en los criterios que usamos para decantarnos por uno u otro. Divertidos, por supuesto; adaptados a los gustos y características de nuestros hijos, claro. Pero también seguros, sobre todo, seguros. Debemos ser conscientes de la importancia de velar por su seguridad, y comprar un juguete, por ejemplo, muy seguro, pero no adecuado a la edad de nuestro hijo, puede derivar en un problema serio.

Como hemos visto en este informe, tenemos opciones para ahorrar, y muchas; pero nunca a costa de la seguridad.

Y un último consejo antes de terminar: como padres, que debemos supervisar la carta de nuestros hijos, podemos favorecer la igualdad evitando la distinción por colores, respetando sus decisiones y educándoles para que escojan el juego que quieren sin dejarse condicionar por los roles establecidos en la sociedad.

Sin duda, nos acercamos a unos de los momentos más bonitos del año. ¡Disfrutémoslo!