El presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ha clausurado hoy en el Hospital Centro Vivo de Badajoz la tercera y última jornada del ‘Otoño Municipalista’. Una nueva iniciativa puesta en marcha este año y que ha sido un foro de debate en el que intercambiar conocimientos sobre distintas materias y recibir asesoramiento en aspectos que redunden en una mejor prestación de sus servicios. Unas jornadas organizadas por la Diputación de Badajoz a través del Área de Cooperación Municipal y dirigidas a alcaldes, interventores, secretarios y personal técnico y administrativo de los ayuntamientos y entidades. En definitiva, “un foro de confianza y liderazgo compartido”, como lo ha definido el propio Gallardo.
En este sentido, el presidente provincial ha abogado por dar continuidad a esta iniciativa “que sin duda sirve para conocernos mejor los actores que trabajamos día a día”. Además, desea que se convierta en un “punto de encuentro anual para abordar toda la problemática de un año”.
La primera edición de este encuentro ha contado con tres jornadas, las cuales se han desarrollado en Vivares, Almendralejo y este martes en Badajoz, en donde se han abordado temas de contratación administrativa, especialmente del contrato menor, y de gestión contable.
Vocación de servicio público
La iniciativa tiene como objetivo “avanzar hacia un municipalismo coordinado y con vocación de servicio público”. En cuanto al nombre del programa, obedece a que el último cuatrimestre del año es el de mayor actividad administrativa de las entidades locales, al tener que aprobar las cuentas generales, elaborar presupuestos del siguiente ejercicio o preparar ofertas de empleo público, entre otras tareas.
Miguel Ángel Gallardo considera que ha sido un acierto que una de las tres jornadas de este Otoño Municipalista se dedicara a las entidades locales menores, que es la que abrió el ciclo. En este aspecto han sido unas jornadas pioneras a nivel nacional, pues durante un día en Vivares se debatió, se reflexionó y se habló de la realidad particular de las entidades locales menores y, además, se les dio participación.
A pesar de sus dimensiones, estas entidades han demostrado una gran capacidad para adaptarse a los retos actuales, como la transición hacia la sostenibilidad, la digitalización y la mejora de los servicios públicos. Como ha dicho, pese a que a veces son las grandes olvidadas, son el mejor ejemplo de resiliencia y adaptación.
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