“No hemos hecho otra cosa más que bailar, al menos, que el apellido Amaya, sea duradero” estas proféticas palabras las pronuncia la genial Carmen Amaya en unas declaraciones rescatadas para el documental “Amaya Linaje”. Un homenaje a los miembros de la familia que su sobrina nieta, Karime Amaya (México, 1985) realizó en 2011. Se cumple la palabra de la artista, ya que el próximo día 3 de marzo, Karime estrenará en el Festival de Jerez, tras su paso por el Festival de Alburquerque, su obra ‘Contrapunto’. Un espectáculo flamenco que explora la esencia de este arte “desde la tensión y armonía que nacen de la improvisación”. Como si fuera un baile natural. Como si fuera, también su baile, el de las olas del Somorrostro.
¿Qué es «Contrapunto»?
Básicamente es un espectáculo flamenco desde el principio al final. Una creación musical de mi hermano Santiago Amaya, Tati, con el que tengo mucha complicidad, no solo por ser mi hermano, sino porque entiende a la perfección lo que me gusta. Le dije que hiciera algo y me empezó a mandar su música. Le dije: Tati, ¡esto es precioso! Pero esto, ¿cómo lo sacas? ¿en qué te inspiras? Me dijo que era un loco de escuchar music clásica y que ahí se inspiraba, pero llevándolo a nuestro terreno, el flamenco. Era algo que yo no sabía de mi hermano, fue una sorpresa y decidimos hacerlo. Le buscamos además un nombre que tuviera que ver con esta música porque hay mucha propia en la obra, y en honor a toda la clásica, le pusimos ese nombre: ’Contrapunto’.
Pero hasta la improvisación tiene que estar preparada, ¿esto cómo se consigue para que no parezca una obra sin trabajo previo?
La improvisación está presente solo en algunos momentos, no en un número entero. El espectáculo está pensado, diseñado de principio a fin musical y coreográficamente. Hay mucho lugar a la improvisación, desde luego, porque es nuestra forma, no nos gusta hacer siempre lo mismo. Me gusta que el baile y la música estén vivos y que, en ciertos momentos, tanto en el cante, como en el toque o el baile, se haga lo que el alma y el corazón quiera en ese momento.
Será el estreno en España de esta obra…
Si, se estrenó en el Festival de Alburquerque el año pasado y éste será el estreno en España. El de Alburquerque es un Festival que reúne a muchos artistas, a las mejores compañías en la actualidad, y allí se reúne todo el mundo. Yo he estado muchas veces, pero este Festival impone mucho porque sabes que te está viendo, no solo el público que merece todo el respeto, sino todos esos artistas a los que, en su mayoría, tienen todo mi respeto y admiración.
¿Qué se trajo de ese estreno?, ¿qué sensaciones?
Me quedo con las palabras del maestro Farruquito al que admiro tanto y al que considero todo un referente para mí. Me dijo que no se aburrió en ningún momento, y que era un ‘peazo’ de espectáculo. Poder llegar a la gente que tanto te ha inspirado es el premio más importante.
Asegura que cada función es irrepetible y cada momento se construye en el aquí y ahora, ¿asistiremos a la Karime Amaya más pura?
No a la más pura, pero si a la más madura porque se madura con la propia vida. Uno baila lo que es su vida. Ya tengo 39 años y llevo muchos años bailando, bailando todos los días, con Tomate, Farruquito…, es imposible no aprender de cada día, de cada momento, de cada compañero…; considero que la forma de madurar el baile, en mi caso, ha sido así: trabajando, viviendo, traspasando las vivencias personales al escenario. Intentando transmitir lo que tu sientes, lo que te pasa en tú vida, en el propio baile.
¿Pesa ser la sobrina nieta de Carmen Amaya?
Considero que mi tía es la bailaora mas grande de todos los tiempos pero que la gente tenga la idea de que va a ver algo asimilar, es una equivocación. Jamás he querido imitarla. Lo poco o mucho que me salga es algo natural, ¡incluso mi madre tenía más cosas de mi tía! pero es algo que llevo con orgullo, con dignidad. Creo que he sabido defender el apellido a mi manera y a mi forma y teniendo un baile personal. ¿Pesa? No, yo estoy muy orgullosa de dónde vengo y tengo muy claro lo que es y será para los restos. Lo que ella hizo y su legado es algo que tenemos muy difícil de superar y no creo que vaya a ver ninguna igual.
Nacer bailando al compás de las olas del Somorrostro…,
Yo tengo un testimonio de ella, un video que la ves hablando que dice, que lo aprendido es muy bonito, ¡y ella lo aplaudía! Es decir, soy partidaria de aprender, ¡ojalá yo hubiera podido ir a un Conservatorio! pero ella dice: pero la que no sienta con el corazón es mentira Eso decía mi tía. Creo que la clave está, como decía el maestro Paco de Lucía, en poner “la técnica al servicio del arte”. Y esto vale para todas las disciplinas.
¿Cree que no haber pasado por una academia, en su caso, con el tiempo se ha convertido en virtud?
Yo he aprendido observando, he sido astuta en ese aspecto. He construido mi baile aprendiendo de los demás compañeros cogiendo lo que me ha gustado, aunque cada uno tiene su sistema y su historia de vida. Tengo muchos compañeros que vienen del Conservatorio y le veo muchas cosas buenas; yo creo que si hubiera tenido oportunidad lo hubiera hecho porque da unas herramientas que se te quedan de por vida; es verdad que sales con unas claves buenas, pero puede ocurrir que le veas una cosa a uno, y luego la veas a todos. La clave estaría en encontrar el sello personal conservando las herramientas del Conservatorio. Hay que buscar la flamencura y personalidad para sacar esas cosas de uno mismo. La creatividad no todo el mundo la tiene. Desde pequeña yo he sido creativa, he sacado mis escobillas, patás y he sacado mi propio baile. Eso es lo que me ha ayudado a que mi nombre sea personal y creativo.
¿Le ha sido más fácil o difícil subirse a un escenario apellidándose Amaya?
Yo no pienso en el apellido cuando voy a salir a bailar. A mí me han enseñado que cualquier público merece un respeto. Jerez me va a imponer más porque es la cuarta vez que voy y es una responsabilidad enorme, pero como soy yo, no pienso en el apellido pienso en que se vea mi corazón, mi alma, que venga el duende y dar lo mejor de mí. Ser ‘Amaya’ siempre me ha traído cosas buenas si no, no estaríamos hablando tú y yo.
¿Qué cree que le diría Carmen Amaya de su ‘Contrapunto’?
Yo croe que era una revolucionaria, era muy musical; bailaba con orquestas en directo, ¡y eso es muy difícil! ‘Contrapunto’ es muy musical también, pienso que le gustaría o me daría algún consejo para mejorar… no lo sé. ¡A lo mejor me vería solo con el amor de una tía!
Por último, la anécdota de Carmen Amaya y las sardinas en Nueva York, ¿es cierta?
Yo le voy a decir lo que me dijo mi abuela que sí me crie con ella, y era un año o dos más pequeña. Ellas vivieron juntas todo ese proceso de ser muy pobres hasta llegar a tenerlo todo y ser ricas. Mi abuela me dijo que era mentira. Si es verdad que compraron sardinas porque era fanáticas de este pescado y si es cierto que fueron a hacerlas en la cocineta, pero como eso hace mucho humo, saltaron las alarmas y eso es lo que me contó. Como son gitanos, y todo eso, ya son salvajes…; pero no fue verdad.
Carmen Amaya está rodeada de anécdotas y de historias maravillosas…
¡Muy poca gente sabe que un cráter de Venus tiene su nombre! ¡Hasta ahí ha llegado!
Y lo generosa que fue siempre…
Si, sí. Mi abuela me contaba que, si le regalaban a ella un anillo, luego iba a la tienda a comprar anillos iguales para sus hermanas, a todas, hasta le regalaron una vez un mono tití, uno chiquitito, que son brasileños, unos monos de bolsillo ¡y le regaló a todos las hermanas el mismo! Luego cada una, tiene su propia historia con el mono (se ríe).
Palop Flamenco
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