UPA-UCE Extremadura exige explicaciones a la consejería de Agricultura de la Junta por la actuación “negligente” en la gestión de los fondos asignados para la reestructuración del viñedo en la campaña 2024, que ha dado lugar a que por primera vez la región devuelva fondos de estos programas, a pesar de que ni tan siquiera se han cubierto las solicitudes presentadas.

“Se devuelve dinero dejando fuera a viticultores extremeños que se habían acogido a esta medida tan necesaria para sus explotaciones, en un momento en el que los cambios de consumo han generado una grave crisis en determinadas variedades que están obligando a las explotaciones a adaptarse de manera urgente”, destaca el secretario general de UPA-UCE, Ignacio Huertas. Además, las enfermedades de madera han reducido de forma importante el periodo de vida útil de nuestras viñas.

Desde esta organización agraria señalan que Extremadura ha venido utilizando esta medida por las características de sus viñas, consiguiendo siempre subir los fondos que se habían asignado inicialmente. Sin embargo, en 2024 ya ni siquiera se ha llegado a cubrir la cantidad asignada (8,2 millones de euros).

Ante estas “malas actuaciones” en el sector vitícola extremeño, afectando masivamente a Tierra de Barros, y teniendo en cuenta el carpetazo a los regadíos de esta comarca, desde UPA-UCE se preguntan si la Junta ha dejado de apostar por esta comarca y sus agricultores. “Son demasiadas coincidencias y más bien parece que la Junta pretende castigar a los agricultores de esta zona”, apunta Huertas.

Por esto, UPA-UCE exige explicaciones a la consejera de Agricultura, Mercedes Morán. “No se ha reunido con las organizaciones agrarias para explicar la gestión de esta medida y la situación, al contrario de lo que venía siendo habitual en otras legislaturas”, lamenta Huertas.

Por otro lado, debido a la sequía y a la crisis que vive el sector, desde UPA-UCE Extremadura se venía reivindicando al ministerio de Agricultura la ampliación del plazo de autorización de plantaciones de dos a cinco años, una medida que finalmente se ha conseguido permitiendo a los agricultores tener más tiempo para tomar decisiones. “Estamos en un mercado muy cambiante y los agricultores necesitan poder hacer planificaciones de variedades con tiempo suficiente sin verse condicionados por una pérdida de derechos”, señala la responsable del vino de esta organización agraria, Catalina García.

UPA-UCE también reclama a la Junta un plan estratégico para el viñedo porque señala que el sector vive “completamente a ciegas” a la hora de plantar nuevas variedades. “Los agricultores están tomando decisiones de siembra de variedades condicionados exclusivamente por la disponibilidad de las mismas en los viveros y sin ningún tipo de asesoramiento relacionado con las demandas del mercado que le permita hacer una planificación adecuada”, destaca García.