Un actor cada vez más importante en el panorama ciclístico nacional. El proyecto ciclista impulsado desde Plasencia por Rubén Martín y Pedro Romero con el apoyo principal de firmas como Electromercantil y GR100 para la rama de carretera, y Fundación Jóvenes y Deporte y la Fundación Medioambiental Ecopilas para la de montaña, sigue consolidándose día tras día como una institución a tener en cuenta en términos de trabajo, desarrollo, formación y talento. Los resultados, nunca prioritarios, son una hermosa consecuencia de un camino que incrementa el número de menciones, de consideraciones, de invitaciones y de convocatorias nacionales.
La histórica Vuelta Ciclista a la Provincia de Valladolid, treinta y tres ediciones de ciclismo formativo impulsadas por el exciclista Eduardo Manrique y el Veloclub Delicias, ha sido el último escenario donde ha competido la escuadra juvenil extremeña. En una prueba muy condicionada por la orografía de la zona y la exposición al viento, tanto el malagueño Pepe Vega como el cacereño Álvaro Domínguez han encabezado la brega de una estructura que tuvo en Diego Martín a su mejor clasificado. Vega acariciaría la victoria parcial finalizando segundo en la contrarreloj de 9 kilómetros entre Mojados y Portillo.
Precisamente Martín y su compañero Mario Cordero, ambos juveniles de segundo año, protagonizan otra de las ‘buenas nuevas’ vinculadas a la actividad competitiva del Electromercantil-GR100. Tanto el salmantino como el malagueño han sido confirmados por las instituciones federativas dentro de la nómina de ciclistas de la categoría susceptibles de competir como stagiaires durante la segunda parte de la temporada enrolados en formaciones élite y sub-23. La Federación Española viene implementando desde hace unos años esta posibilidad con vistas a consolidar el proceso formativo de los ciclistas ante un momento importante, el del cambio de la categoría.
Martín y Cordero, éste último actual tercer clasificado del ránking nacional juvenil tras la última actualización de la clasificación, podrán competir como aprendices a partir del 1 de agosto enrolados con el Equipo Finisher de la Asociación Deportiva Galibier. No se trata de un acuerdo de obligado cumplimiento, sino de una ventana de posibilidades. La estructura navarra, que también cuenta con una estructura profesional en el segundo escalafón del ciclismo (categoría ProTeam), tradicionalmente siempre ha tenido muy en cuenta la realidad del ciclismo extremeño. Por sus filas pasó el pacense Ernesto Manchón, profesional entre 1998 y 2000, y más recientemente el cacereño Jorge Gutiérrez y los pacenses Antonio Nieto o Pablo Carrascosa.
Las buenas perspectivas para los ciclistas del equipo también se asoman en el horizonte de Álvaro Domínguez. El cacereño, juvenil de primer año, se encuentra dentro de los planes del seleccionador Eleuterio Anguita para formar parte de la selección nacional que viajará en unas semanas a la prueba de la Copa de Nacionales que se celebra en Hungría. Entre el 14 y el 15 de agosto la cita magiar acogerá a lo más granado del panorama juvenil internacional en una competición que se celebra sobre tres etapas, con un segundo día dividido en dos sectores. El extremeño está cuajando una campaña muy interesante donde más allá de su reciente andadura por Valladolid se ha impuesto en la general de la Vuelta a Extremadura, en la Volta a Barbanza y, más recientemente, en una etapa del Circuito Cántabro, en cuya clasificación final acabó tercero.
Pedro Romero, una de las almas-mater del proyecto del Electromercantil-GR100, valora: “Seguimos dando pasos como venimos haciendo desde que el club nació en 2013 y comenzamos a trabajar con la escuela de ciclismo. El equipo de mountain bike hoy en día es de categoría UCI, el proyecto junior masculino ha contado con una gran proyección desde su nacimiento y el femenino sigue creciendo con fortaleza. Esta progresión se mantiene fiel a nuestro compromiso de crecimiento en igualdad de condiciones tanto de medios como de calendario en todos los proyectos y a todos los niveles. A partir de ahí tanto Rubén como yo huimos de la palabra “presión” porque creemos en la responsabilidad individual de las chicas y los chicos. Creemos que esa responsabilidad conlleva una maduración tanto deportiva como sobre todo personal muy importante para ellos. La andadura deportiva desde luego están poniendo en valor la validez de su compromiso. Y eso es lo importante al final: que a través del deporte sean personas responsables, comprometidas; que lleven una disciplina y que se sacrifiquen por conseguir un objetivo, que se trabaje en equipo, que se disfrute de la amistad y que se respete al compañero. Porque todo eso, en definitiva, redunda en que sean mejores personas”.
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