Desde UPA-UCE señalan la situación crítica que está atravesando el sector ovino con un descenso alarmante y continuado del censo ganadero y de explotaciones motivado por múltiples factores estructurales, económicos y sociales:

  • La falta de rentabilidad
  • Altos costes de producción
  • Falta de relevo generacional
  • Falta de mano de obra y de herramientas estructurales acrecientan el deterioro de las explotaciones.

A todo esto se ha unido la enfermedad de la lengua azul. Ya se vivió en el año 2024, y la administración, según indican, “no ha aprendido nada o disimula muy bien”.

La situación sanitaria por la lengua azul es catastrófica por las siguientes cuestiones:

1.- Este año ha tenido ya presencia en julio, mientras que en el 2024 fue a últimos de septiembre- primeros de octubre hasta diciembre.
2.- El año pasado los animales no estaban vacunados ya que se desconocía el serotipo, el 3 y el 8 que fueron nuevos.
3.- Este año a pesar de que la vacunación es voluntaria, hay una gran mayoría que está vacunado o se está vacunando.
4.- Que aun así, la incidencia en algunas comarcas, como Castuera, Cabeza del buey, Peñalsordo, Monterrubio, Herrera del Duque, Don Benito, Plasencia es altísima y con consecuencias dramáticas.
5.- La mortandad, los abortos, los costes y gastos de los desinfectantes, repelentes, antiinflamatorios son elevados entre 6 y 8 euros por animal.
6.- No sólo se pierde el animal, sino todo el lucro cesante y dependiendo del número de bajas, pone en peligro la viabilidad de la explotación.
7.- Hay un caída en la producción de leche, puede alcanzar entre un 8-10% y en algunos casos hasta del 50%.
8.- La virulencia del serotipo es muy alta, igual que en el año pasado.

En este sentido, “los ganaderos tienen la sensación de un abandono de la administración así como desesperación ante la situación que están viviendo” y ante todo esto UPA-UCE se pregunta:

 ¿Dónde está la administración?
 No sabemos la incidencia real
 No conocemos que serotipo es (el 3, el 8, el 1, el 4) y cuales están afectando a cada zona
 No sabemos porque en explotaciones vacunadas, la mortandad es bastante elevada y tampoco sabemos si ante este hecho la Administración está haciendo alguna investigación
 No conocemos si la Administración tiene o no vacunas para toda la cabaña
 No sabemos si hay mucha cabaña vacunada y de qué serotipo y qué duración tiene el efecto de la vacuna
 No sabemos si es una broma el negar que hay una alta incidencia.

UPA-UCE ha pedido una reunión a la Consejera para pedir información y sobre todo soluciones a esta situación caótica. “Queremos que se ponga al frente de este problema que tiene toda la pinta de ser más grave que el año pasado. Queremos que se pongan los recursos necesarios para afrontar la ruina posiblemente de algunas explotaciones, que no solo se ponga presupuesto para los animales muertos, sino
también para los gastos que están soportando los ganaderos y que este presupuesto esté abierto para cubrir la sanidad animal”, explican.

Asimismo, añaden que “se deben reforzar las medidas de prevención, vigilancia y control así como asegurar el suministro de vacunas. Pedimos a los ganaderos que notifiquen a los servicios veterinarios, sus animales muertos, sus abortos y demás circunstancias para poder tener una visión real de esta grave situación y además para que no se queden fuera de las ayudas que estamos pidiendo no se puede negar la evidencia y a la vez presumir que se defiende al ganadero”.