Ribera del Fresno abrió anoche sus Fiestas Patronales en honor al Santísimo Cristo de las Misericordias con un acto cargado de emoción, memoria y poesía. La encargada de pronunciar el pregón fue la escritora ribereña Encarna Jiménez de la Cruz, que a sus 73 años regresó a su pueblo natal para compartir versos, recuerdos y un homenaje sentido a la gente trabajadora de su tierra.

El alcalde Miguel Ángel Araya Salguero abrió la velada en la explanada del Cristo, destacando el valor cultural de los pregoneros y pregoneras que cada año marcan el inicio de las fiestas. “Son personas cuyo legado está dedicado a nuestro pueblo, a la cultura, a la educación, al deporte y a cualquier ámbito que haga grande a Ribera”, señaló, antes de dar paso al teniente de alcalde Andrés Bermejo Fernández, encargado de presentar a la pregonera.

Bermejo recordó la trayectoria vital y literaria de Encarna Jiménez, nacida en Ribera del Fresno en 1951, hija de una familia humilde de pastores y emigrada en su adolescencia a Madrid y Cataluña. Desde Granollers, donde reside desde hace décadas, nunca dejó de participar en la vida cultural extremeña y de colaborar con centros y federaciones de emigrantes. “Ella representa a toda una generación de extremeños que tuvieron que salir de su tierra para poder prosperar, pero que jamás renunciaron a sus raíces”, subrayó el edil.

Un pregón en verso y memoria

La pregonera abrió su intervención con un agradecimiento emocionado y la lectura de varios poemas recogidos a lo largo de su carrera literaria en varios de sus libros, en los que evocó su infancia en Ribera, los recuerdos de las fiestas del Cristo de los años cincuenta y sesenta, y el desgarro de la emigración. Con imágenes poéticas, comparó su vida con la de una cigüeña extremeña obligada a emigrar cada año, pero siempre con la esperanza de regresar al nido.

“Yo tengo fuertes raíces aferradas a mi tierra y no es por casualidad, son parte de mi existencia”, recitó Jiménez, que dedicó buena parte de su pregón a rendir tributo a los labradores, jornaleros y pastores ribereños, “los verdaderos protagonistas de nuestra historia”.

La autora, con más de una decena de libros publicados entre poesía, narrativa y literatura infantil, reivindicó la cultura como vehículo de identidad y resistencia, recordando que durante su juventud utilizó la radio y cualquier tribuna posible para dar a conocer a Extremadura lejos de su tierra.

El pregón combinó recuerdos personales —como los fuegos artificiales en la explanada, los cacharritos del ferial, el turrón de Castuera o las funciones de teatro de los Hermanos Picazo— con reflexiones sobre la emigración y el valor de la memoria colectiva. “Quienes estáis en Ribera no sabéis la suerte que tenéis; solo lo entendemos los que tuvimos que cerrar la puerta de nuestra casa con siete cerrojos y llevarnos la llave en el corazón”, confesó ante un público entregado.

Reconocimientos y mensajes de actualidad

Tras el pregón, Encarna Jiménez recibió un obsequio en forma de escultura cerámica de manos del alcalde, obra de la artista local Carmen Goga, que reproduce un plano de Ribera del Fresno con las torres gemelas de la parroquia de Nuestra Señora de Gracia. “Ahora ya soy feliz, pensé que no llegaría el momento de tener una obra de Carmen Goga”, expresó la pregonera.

En su despedida, Jiménez tuvo también palabras de agradecimiento hacia los equipos de extinción de incendios que este verano se volcaron en proteger a Extremadura, así como un mensaje de repulsa hacia las guerras actuales y un alegato en favor del fin del “genocidio en Palestina”.

El inicio de cuatro días de fiesta

El pregón puso el broche a la primera jornada festiva, que comenzó con el tradicional pasacalles de gigantes y cabezudos acompañados por la Banda Municipal de Música, dirigida por Berna Sabido Cintas, y continuó con el concierto inaugural y la gran verbena popular amenizada por la orquesta Fussis.

“Con el pregón de esta noche inauguramos nuestras fiestas, con el deseo de que la programación sea del agrado de todos y que paséis unos días inolvidables”, expresó el alcalde Araya Salguero en sus palabras de bienvenida.

Las fiestas en honor al Santísimo Cristo de las Misericordias continuarán hasta el próximo lunes con una intensa agenda de actos religiosos, musicales, deportivos y culturales que, un año más, convertirán a Ribera del Fresno en punto de encuentro de vecinos, emigrantes y visitantes.

Juan Francisco Llano