Campo Badajoz, la marca propia de Proviña 2000, nació para crear valor añadido a uno de los sectores más estratégicos de Extremadura, el cerdo ibérico, aunque en sus inicios contaban con algo más de 3000 cabezas de porcino ibérico, y se dedicaban a vender la materia prima a las marcas más prestigiosas del país, ahora apuesta por la transformación propia y exportan a 20 países, entre ellos Estados Unidos y Japón.

Borja Miranda es el director de exportaciones de la marca, y es ya la segunda generación de Porviña 2000, desde su entrada en la empresa familiar tuvo claro que para renovar la industria agroalimentaria se debe apostar por la comercialización de los propios productos, “sólo así se generará valor añadido a la materia prima y a los productos extremeños, cada vez más valorados en mercados internacionales por su calidad excepcional”.

“Del campo a la mesa”, esa es la filosofía de Campo Badajoz, puesto que controlan toda la cadena productiva de sus productos: la cría y selección del ganado en fincas propias, la elaboración y transformación y por último la comercialización a todo el país y a otros destinos internacionales.

El mercado europeo, China, Japón y EEUU ya se han rendido a la calidad de sus productos, y dentro de las próximas líneas de actuación será la ampliación de mercados al resto de países asiáticos o latinoamericanos, donde cada vez se más en valor el cerdo ibérico.

Borja Miranda con la marca Campo Badajoz ha querido lanzar un grito para dignificar el sector primario en Extremadura, para devolver a la región el protagonismo que merece en la cadena de valor agroalimentario.

Con esta apuesta, la industria extremeña ha pasado de exportar materias primas fuera de la región para exportar el producto transformado al resto del mundo, así ahora tanto los embutidos como la carne ibérica salen de Extremadura para conquistar el resto del mundo.

Con Campo Badajoz, se busca resaltar las bondades naturales de Extremadura, donde el ganado crece en un entorno privilegiado, alimentándose de pastos naturales y disfrutando de amplios espacios abiertos. Este modelo sostenible garantiza productos saludables, ecológicos y con sabor genuino, conectando al consumidor directamente con el origen.

La visión de Campo Badajoz es consolidarse como referente en la producción ética y responsable, apoyando a pequeños productores locales y preservando el legado extremeño. Su filosofía se basa en aprovechar las condiciones únicas de la región para ofrecer productos diferenciados por su calidad y pureza.