El WAYBE – Sport Extremadura firmó esta tarde una de esas actuaciones que, pese a terminar sin premio, refuerzan proyecto, crecimiento y convicción. Ante un rival de Liga F como el Alhama Club de Fútbol, el conjunto extremeño no solo compitió: miró a los ojos, fue valiente y durante muchos minutos mereció mucho más que un adiós.
El Sport arrancó con descaro, con personalidad y sin complejos. El plan era claro: tratar al rival de tú a tú y no permitir que las diferencias de categoría condicionaran el guión. Pero el Alhama, con la contundencia que marca la élite, fue quirúrgico: prácticamente convirtió sus dos primeras llegadas. En el minuto 9, Estefa aprovechó un penalti para abrir el marcador. Y en el 17, un centro lateral que se envenenó acabó entrando directamente en las mallas, poniendo el 0-2 y obligando al Sport a remar contracorriente demasiado pronto.
Lejos de venirse abajo, el equipo extremeño creció desde la adversidad. Las locales terminaron la primera mitad acumulando ocasiones, varias de ellas rozando la madera, dejando claro que el partido no estaba cerrado y que todavía había historia por escribir.
Tras el descanso, misma tónica: valentía, ritmo, presión alta y fe. El Sport encadenó varias llegadas claras hasta que por fin llegó el premio que tanto perseguía. En el minuto 68, Angie Taborda culminó una jugada de pura insistencia para firmar el 1-2 y encender definitivamente el Municipal. El gol hizo creer. La grada lo creyó. Y el equipo se volcó sin reservas.
Los últimos veinte minutos fueron un ejercicio emocional de empuje, de orgullo y de atrevimiento. Las locales lo intentaron hasta el final, generaron peligro, metieron al Alhama en su área y rozaron el empate en varias acciones. Pero esta vez, la épica no se completó.
A pesar del resultado y de quedar fuera de la Copa de la Reina, el WAYBE – Sport Extremadura ofreció una imagen de equipo valiente, competitivo y digno de categoría superior. La derrota dolerá unas horas, pero la sensación que deja es de crecimiento real. De que este camino va hacia arriba. Y de que, si siguen jugando así, volverán.

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