Llevamos siglos, quizás con la misma actitud y aptitud, por un lado amamos las nuevas tecnologías, y, enseguida nos apuntamos a ellas, o, las rechazamos, al final aceptándolas…
Se habla en antropología cultural de endoculturación y exoculturación, es decir, cómo se difunde la cultura en los individuos, familias, empresas, entidades de todo tipo, sociedades, culturas, metafísicas, costumbres, Estados. Unas vienes de otras sociedades y culturas, otras vienen por evolución de las propias, otras digamos vienen a medias.
Siempre me ha extrañado y en estas semanas también, como nuevas fiestas o formas de actuar en el mundo, por ejemplo, las compras, cómo ese regalo de chocolatinas, llamado de “Adviento”, cómo se ha difundido tan deprisa por la Península Ibérica, niños y niñas de cinco o siete o diez años ya saben que existen y lo piden. Me indican que la respuesta es que una cadena de hipermercados alemana la ha traído, por ser esto una fiesta alemana o de origen alemán. Bueno, buenos los eruditos nos digan lo que es verdad.
Otra es el Viernes o Fin de Semana de compras, Black Friday, que supongo que habrá que castellanizarlo, en alguna medida, que dicen que deviene de Norteamérica, ahora ya una semana de duración. Que dicen se hacen ya más compras que en Navidades –me cuesta trabajo creerlo, pero si podría ser como adelanto-.
Por tanto, diríamos que las culturas difunden: ideas-conceptos, prácticas o modos de hacer y realizar actividades, creencias que son una variedad de las ideas, técnicas-tecnologías. Hemos visto en estos años, el múltiple árbol de la informática, desde aquellos aparatos, grandiosos de la Segunda Guerra Mundial, hace ochenta años, se ha ido difundiendo en mil modos y en mil maneras. Todo se ha hecho complejo y simple. Ahora, una de las maneras y flores: son los ordenadores pequeños en forma de teléfono o móviles. Atraviesas la calle y se cruzan diez seres bípedos racionales, cinco van hablando o escribiendo en dicho artilugio.
Me he encontrado con un artículo José Echegaray, José María Waldo Echegaray Eizaguirre (1832-1916) que fue Premio Nobel, autor de teatro, matemático, ingeniero, político… que ahora en nuestro terruño es uno de los ocho nóbeles. Poco número para el peso que ha tenido nuestra sociedad-país en Europa y en el planeta –seguimos con ese complejo de inferioridad que arrastramos ya al menos dos siglos-. Bien tendríamos que aprender la lección, porqué y por qué obtenemos tan pocos Premios Nobel. Bien, bien haríamos en aprender la lección.
Pues en un artículo, firmado-publicado ya más de hace un siglo titulado: Sin Hilos, publicado en ABC, el 05 de febrero de 1903, si se fijan en la fecha a dos años que Einstein publicase su teoría de la relatividad. Pues nos habla de dos realidades, una humana, que el ser humano, en general, es muy descontentadizo, utilizo una palabra que el emplea. Diríamos de una manera, que el ser humano es muy quejita, que se queja demasiado, que es demasiado temeroso. Hay que indicar en descargo de la persona humana, que la vida a principios del siglo XIX en España y en Europa no era igual que la actual. Si mirásemos más a Europa, nos daríamos, por décadas, que quizás España no había tantas diferencias de otras geografías políticas del continente en algunos aspectos.
También nos habla, de que las personas les gustaría ir más deprisa, en cierto modo difiero, creo que la población en este tema, como en todos actúa de tres modos básicos: unos, unos que admiten una nueva realidad, y, quisieran ir más deprisa, otros que se oponen, o quieren ir más despacio, otros que en principio son indiferentes, diríamos saben que poco podrán hacer para que se implemente o se ralentice una tecnología, se conforman. Dejan que el mundo se mueva como una película de cine.
Nos habla Echegaray de una tecnología nacida unos lustros antes, la telegrafía sin hilos, diríamos el Internet de su tiempo. Olvidamos que una tecnología la informática de hoy, los móviles de hoy se ha engendrado con una novedad, la invención científica-técnica concreta, pero al mismo tiempo toma y retoma otras tecnologías anteriores, algunas nacidas hace siglos, otras, hace unas décadas. Imaginar el cambio que supuso, que alguien pudiese enviar un mensaje por el aire, y, en unos segundos llegase de un continente a otro. Sin tener que hacer tendidos eléctricos por debajo del mar. Imaginar e imaginad, el cambio. Al final, la radio es consecuencia de ella. Ya hemos dicho las técnicas-tecnologías que son madre-padre de otras realidades. Un hijo nace y no sabes como será. Así sucede con los inventos…
Hoy, recuerdo dos realidades: una la tecnológica y como se va difundiendo, y, cómo tiene muchas dimensiones y proyecciones en el ser humano, individual y colectivo. Otra, que recordemos a Echegaray, y, nos preguntemos porqué tenemos tan pocos Premios Nobel en España, ocho, según los datos que dispongo.
Alguien podría hacer una recolectación y cosecha de todos los artículos de opinión del Premio Nobel Echegaray. Alguien tendría que pensar o pensarse, hacer una Fundación para loar y homenajear y estudiar a los ocho Premios Nóbeles que tenemos y los que vengan. Y, alguien podría hacer una Web de dicho Premio Nobel.
Y, ya que estamos en el terreno de las sugerencias, todos los Nóbeles, algunos la tienen tendrían que tener una Fundación-Museo, aunque fuese virtual. Creo que sería absolutamente necesario para nosotros. Incluso para la estima de los que vivimos y existimos en este terruño. Ahí dejo la lanza para que alguien la recoja… Paz y bien.
JMM Caminero


Sin comentarios