El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha reclamado hoy a la junta de Extremadura que ayude con una partida de tres millones de euros para que se abatan 50.000 jabalíes y se pueda frenar de esta manera el posible contagio de la peste porcina africana en la región tras el brote producido en la provincia de Barcelona.
Asaja recuerda que, a día de hoy, la situación de este brote en la zona catalana afectada es la siguiente: 13 casos confirmados, 91 municipios cerrados y 55 granjas confinadas con 35.600 cerdos que irán a sacrificio. Además, se ha puesto en duda que el origen no es un bocadillo, sino algún escape procedente del IRTA, lo que habrá que investigar para depurar competencias y responsabilidades.
García Blanco recuerda que se trata de una enfermedad de rápida contaminación y aquí hay que actuar rápido. En el DOE de hoy, la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural ha publicado la Declaración de Emergencia Cinegética Temporal con la adopción de una serie de medidas, como la posibilidad de dar segundas monterías en zonas VC4 y, sobre todo, la libertad absoluta para abatir en recechos, esperas o aguardos jabalíes de un modo ilimitado.
Sin embargo, desde Asaja Extremadura se solicita que se sea más ambicioso y se amplíe a la caza con arco dentro de todos los municipios: “No estamos de acuerdo con que los animales abatidos en recechos y esperas vayan a ir a empresas de carne de caza, por dos razones, el cazador no va a moverlos y las empresas van a bajar los precios”, ha señalado Ángel García Blanco.
Así las cosas, “proponemos que los jabalíes de recechos y aguardos vayan a contenedores situados en todos los municipios de Extremadura y se le abone al cazador una cantidad de 40 euros por jabalí abatido y 20 euros a la empresa que lo lleve a destrucción”.
Asaja insta a la administración regional y al Gobierno central a habilitar una línea de tres millones de euros, “con lo que conseguiríamos abatir 50.000 ejemplares que sabemos que sobran y frenaríamos la entrada de esta enfermedad en Extremadura que, de llegar a producirse provocaría prácticamente la desaparición del sector ibérico”.

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