Primero fue novela, después serie de televisión y ahora ópera. Yo Claudio y su continuación, Claudio el dios y su esposa Mesalina, se transforman en el proyecto operístico Yo Claudio y Claudio el Dios, que se estrena mundialmente en Valladolid el próximo 1 de junio y que podrá verse una semana después, el 8 de junio, en el Teatro Romano de Mérida, durante la celebración en la ciudad del programa Emerita Lvdica.
Un equipo español encabezado por el compositor Igor Escudero, el autor del libreto, Pablo Gómez, el director de música José Luis López Antón y la directora de escena Marta Eguilior lleva a los escenarios 70 años de la historia de Roma, que abarcan desde el gobierno de Augusto (23 a. C.) hasta la muerte de Claudio (54 d. C.).
El estreno en el centro cultural Miguel Delibes de Valladolid contará con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y las cinco funciones restantes, previstas en junio, las interpretará la Orquesta Sinfónica Verum.
En escena,dieciséis cantantes se reparten 56 personajes, de los cuales 8 son principales. También podrá verse en el Auditorio Nacional de Madrid el 14 de junio, en el Palacio Euskalduna de Bilbao el 21 de junio, y en el Auditorio de Zaragoza el 22 de junio.
El elenco lo componen Julio Morales, William Wallace, Conchi Moyano, Estíbaliz Martyn, Andrés del Pino, Giacomo Balla, Jesús Ibarra, Miguel Ferrer, Marco Muñoz, Alfonso Baruque, Nan Maro Babakhaniam, Armando del Hoyo, Inés Olabarría, Andrés Mundo, Patricia Castro, Ade García y Mila Makhmoutova.
El proyecto arrancó en 2014, cuando sus promotores contactaron con William Graves, presidente de la Fundación Robert Graves e hijo del escritor inglés autor de Yo Claudio, uno de los grandes autores británicos del siglo XX, que vivió gran parte de su vida en Deiá, en la isla de Mallorca.
A partir del libreto de Pablo Gómez, Igor Escudero ha concebido su opera en tres capítulos que responden a los personajes de mayor trascendencia en cada uno de ellos: Livia, Calígula y Claudio el dios. Estos capítulos, aunque pensados como óperas independientes, están estructurados para representarse de forma consecutiva en una única sesión, que es la que se representará a partir del 1 de junio.
El libreto es fiel a las novelas de Robert Graves, Yo, Claudio(1934) y Claudio el dios y su esposa Mesalina(1935), basadas en fuentes historiográficas fidedignas. Las novelas cuentan la historia de las familias Julia y Claudia a lo largo de más de 70 años de historia de Roma, desde el gobierno de Augusto (23 a. C.) hasta la muerte de Claudio (54 d. C.), narrada por el emperador, que intenta esclarecer los acontecimientos de los que fue testigo desde niño. Escudado con su condición de “tonto”, logró sobrevivir a las tragedias que rodearon a su familia durante décadas hasta que aceptó el cetro de emperador en el año 41 d. C., ante el peligro de que el Imperio se sumiera en una guerra civil.
El equipo
Un proyecto de esta dimensión ha requerido de un equipo a la altura de la misma. El compositor Igor Escudero ha compaginado su actividad como arqueólogo y docente con la musical. Ha dirigido agrupaciones corales y creó el Ateneo Filarmónico y su Liceo.
Entre 2010 y 2015 abandonó gradualmente esta actividad filarmónica y la docencia para dedicarse en exclusiva a la composición y a la experimentación elaborando piezas para televisión, discográficas, festivales, teatros, cine documental…
Esta visión amplia de lo artístico le ha llevado a concebir Yo Claudio y Claudio el dios, que busca adaptarse a las nuevas estructuras a audiovisuales contemporáneas, de manera que responda a la idea de ópera del siglo XXI, una evolución del canon que las producciones operísticas han conservado desde el siglo XIX.
José Luis López-Antón dirige Yo Claudio y Claudio el Diosal frente de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y de la Orquesta Sinfónica Verum. López-Antón esta considerado una de las más brillantes y carismáticas promesas de la nueva generación de directores de orquesta en España.
Actualmente es director titular y artístico de la Orquesta Sinfónica de Ávila (OSAV). En su trayectoria ha dirigido, entre otras a la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión española (ORTVE), la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE), a la Orquesta Clásica Santa Cecilia, y en México a la Orquesta Filarmónica Ciudad de México (OFCM) y a la Orquesta Sinfónica Nacional de México (OSN y en Inglaterra a la London Classical Soloists.
La dirección y puesta en escena la firma Marta Eguilior, formada en dirección escénica en el Instituto Superior de Arte del teatro Colón de Buenos Aires. Además, ha estudiado con profesionales como Andrés Lima, Cecilia Ruiz- Posse o Jorge de Lassaletta, y escenógrafos como Héctor Calmet, Norberto Laino o José María Cornide y los profesionales de la comedia del arte italiana Carlos Boso y Claudia Contin, entre otros.
Entre las óperas que ha dirigido figuran L’elisir d’amorede Donizetti, Tosca de Puccini, Der kaiser von Atlantisde Viktor Ullmann, La voz humanade F. Poulenc y Orfeo y Euridicede Gluck.
La escenografía la firma la propia Eguilior junto a Alejandro Contreras, que ha trabajado con directores de escena como Ignacio García, Michal Znaniecki, Diego Carvajal y Sandra Martinovic en Nápoles, Budapest, Croacia, o Madrid.
El sonido de Yo Claudio y Claudio el Diossurgirá de dos orquestas de referencia. La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL), que fue creada en 1991 por la Junta de Castilla y León, y tiene su sede estable desde 2007 en Valladolid. Sus titulares han sido Max Bragado-Darman, Alejandro Posada y Lionel Bringuier. Desde 2016 la orquesta cuenta con el director británico Andrew Gourlay como titular y colabora con el maestro israelí Eliahu Inbal como principal director invitado.
La Orquesta Sinfónica VERUM, fundada en 2007 por Bodegas y Viñedos VERUM, inició una nueva en 2010 con la incorporación de Miguel Romea como director artístico. Nacida en Tomelloso (Ciudad Real), ha colaborado en proyectos como La voix humainejunto a la soprano María Bayo; el ballet Le Corsaire,con la dirección artística de Tamara Rojo y el English National Ballet; la zarzuela de La corte de faraóno el ballet Coppelia.
Sin comentarios