Pueden no creerme…, pero si yo fuera ustedes, lo haría. Van a salir ganando. Les cuento. En una de esas tardes grisáceas, tediosas de encierro, aderezada con una buena dosis de claustrofobia y pesimismo…, me encontré con ellos. Y no se por qué, pero sonreí. Buceé en sus redes sociales y me empapé de “Kalishkla”, banda sevillana y danesa de ‘jazz actual’ que regala música optimista, rítmica, limpia y vitalista. No en vano, el nombre del grupo significa alegría de vivir en islandés.
Sus cuatro integrantes, Óscar Álvarez Rifbjerg, pianista y compositor; Lolo Conde, vocalista, autor y compositor; Santi Camps, bajista y músico de sesión, y Jimmy González, baterista y percusionista ‘todoterreno’ no dejan de sonreír, ni a través del whatsapp, ni en el video de presentación de su tercer single, ‘No hay un plan’,que estrenaron ayer viernes a través de youtube . Hablamos con Lolo y Óscar y a una le cuesta pensar, que estos artistas de un recorrido musical de vértigo, no tengan planes a corto ni largo plazo si continúan por esta senda de originalidad, sencillez y positividad. Más allá de las dificultades entre las que se abre paso, en este caso la cultura, a “Kalishkla” les auguro mucho escenario y reconocimiento. Nada más que por seguir sonriendo en este tiempo tan complicado, ya merecen nuestro aplauso. Pasen y lean.
Ayer, estrenasteis vuestro tercer single, ‘No hay un plan’, ¿qué sensaciones tenéis?, ¿con qué reacciones os habéis encontrado?
Lolo Conde: Es pronto para saber la opinión del público en general. Hemos recibido un feedback muy positivo por parte de nuestros allegados y compañeros del gremio. Amamos lo que hacemos y tenemos muchas ganas de sentir la reacción el público.
Óscar Álvarez: Nuestro segundo single Un Poco Más Fácil ha tenido una gran acogida y estábamos ansiosos por mostrar nuestra siguiente pieza.
‘No hay un Plan’, ¿ya no se necesitan, visto lo visto, viviendo en esta realidad inimaginable?
L.C.: Curiosamente sentimos que ahora, más que nunca, es el momento de trazar planes personales y profesionales, a sabiendas de que todo puede cambiar. No Hay Un Plan invita a no dejar de improvisar sin olvidar la meta. Visto lo visto, no tener planes es la mejor manera de vivir esta realidad. Para hacer lo que hacemos el motor debe ser la propia ilusión de hacerlo.
¿Qué significa Kalishkla?
L.C.: Para nosotros Kalishkla significa libertad. Es el punto de encuentro para nuestras identidades musicales. No tener límites a la hora de expresarnos musicalmente y poder compartir nuestro mensaje.
O.A.: El nombre del grupo aparece un día hace muchos años escuchando un disco de Björk. En una de las canciones oímos las palabras Lokka Lifsglöd, que a nosotros nos sonaba a algo así parecido a Kalishkla. Descubrimos que significaba alegría de vivir en islandés. Nos cautivó, al igual que lo había hecho la canción.
He de confesarles que no soy una gran amante del jazz sin embargo este jazz, si me llega, si tengo la sensación de que puedo encontrarme en sus trazos musicales, ¿ha esto os referís con ‘jazz actual’?
O.A.: Nosotros lo llamamos “jazz actual” porque jugamos con los sonidos y formas musicales de hoy en día con un fundamento armónico basado en la propia tradición. Bajo nuestro punto de vista, jazz no es simplemente un género musical, si no total libertad de expresión.
L.C.: Conociendo todas las raíces y el desarrollo que ha tenido a lo largo del tiempo, podemos comprobar que siempre ha sido música popular. Creemos que el concepto “jazz” se trata de crear paisajes donde poder improvisar al mismo que se transmite una emoción humana.
‘Su música está al alcance de todos los oídos, tanto los más acostumbrados al jazz en estado puro como a los que buscan sonidos más eclécticos’, ¿qué es lo más complicado de querer llegar a un público tan amplio, con un género minoritario como el jazz?
L.C.: Realmente es muy difícil gustarle a todo el mundo. Nosotros queremos transmitir nuestro mensaje y al mismo tiempo dar rienda suelta a nuestra creatividad musical. Eso es lo que entendemos como jazz. Ese virtuosismo frenético que supone el género, no está reñido con hacer una canción que te cuente una historia y te emocione. Encontrar ese equilibrio quizás sea lo más delicado y excitante. Por eso pensamos que puede gustarle a los más puristas y a los menos acostumbrados a ese lenguaje.
Os separasteis para alimentar vuestra hambre de música por separado, ¿qué os hizo volver y formar esta banda?
O. A.: La verdad, es que tanto la separación en su momento como el reencuentro, han surgido de forma muy natural. Cuando tocábamos hace muchos años sentimos que teníamos que seguir aprendido y desarrollando nuestras inquietudes para crecer como músicos. Eso hizo que separamos nuestros caminos. Nunca tuvimos un plan, pero los azares de la vida hicieron que nos encontrásemos de nuevo. Lo cual hizo irremediable retomarlo. Este proyecto se había quedado en el tintero 12 años atrás y siempre estuvo muy presente en nuestros pensamientos.
Lolo Conde, más de 17 años en la música; Óscar Álvarez con un bagaje de estudios superiores en piano, experiencia jazzística danesa y sueca…, ¿en qué ha cambiado la música y su consumo a lo largo de estos años?
L.C.: La música y la manera de escucharla han cambiado muchísimo. Hoy en día la música que creamos puede ser consumida de muchas formas distintas y desde cualquier lugar del mundo. Esto nos parece increíble y mágico. Tener o no tener un contrato discográfico no limita tener una gran difusión a nivel nacional o internacional. Los músicos tenemos en nuestras manos la posibilidad de mostrar nuestros trabajos sin filtros ni intermediarios.
Esta pandemia, ¿terminará con la cultura tal como la conocemos, o nos servirá para seleccionar mejor los productos?
O.A.: Las diferentes expresiones culturales son de las personas y una pandemia no lo va a cambiar. Está claro que la forma de exposición se está reinventando día a día. Los artistas navegaremos en estos cambios como siempre ha ocurrido a lo largo de la historia. La diversidad de propuestas sigue siendo muy amplia, y eso es lo maravilloso.
Covid mediante…, ¿les escucharemos por Extremadura este año?
Ojalá. Ese es sin lugar a dudas nuestro propósito, hacer muchos conciertos. Kalishkla es un grupo que tiene que ser escuchado en directo. Tenemos muchísimas ganas de girar con nuestra música y descargar toda nuestra energía y máximum feeling.
Palop Flamenco
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