José Joaquín Caldera Ortiz “el Colo”, como es conocido popularmente en su su pueblo natal de Fuente del Maestre (Badajoz) , es psicopedagogo, y ante todo un docente de raza y oficio. Cuenta con una amplia trayectoria profesional, es discípulo de Francesco Tonucci (el psicopedagogo italiano que enfoca los procesos de aprendizaje en las habilidades innatas y la voz propia de cada niño) y un firme defensor de las Comunidades de Aprendizaje, como la que ayudó a poner en marcha hace unos años en Encinasola (Huelva).
Desde el 2020 es director del Centro de educación Permanente (CEPER) del Polígono sur de la ciudad hispalense, una de las zonas socioculturalmente más desfavorecidas: “ Llegué aquí por casualidad , yo estaba entonces en la delegación de Educación cuando me preguntaron si estaría dispuesto a ser el director de este centro. Miento si dijera que no tuve dudas, pero también sé que me hubiera arrepentido de haber dicho que no. Soy de retos, y aquí he encontrado mi sitio. “
“ En Las 3000 Viviendas no todo es drogas o delincuencia, aquí hay una gran red asociativa , voluntariado y personas valientes que quieren salir adelante y encuentran en nuestro centro una segunda oportunidad . Aquí vienes con tu carga de prejuicios, pero la experiencia es tan enriquecedora que yo le daría una vuelta a la imagen que se tiene de esto, y la pintaría de muchos colores. Hay que ponerse en el otro lado de las realidades para entenderlas de verdad a fin de mejorarla, y descubrir qué te aportan a tí. “
Por este Centro de Educación Permanente, que inició su andadura en 1.980, pasan casa curso cerca de 500 personas de entre 16 y 91 años. Su filosofía es ser un pilar fundamental del sistema educativo, ya que apostar por ella permite a muchas personas , que por determinadas circunstancias no pusieron en su día seguir estudiando, luchar por sus sueños. “Aquí se fabrican sueños”, como dice el slogan de la web del centro.
O como sostiene “Colo”: “El verdadero papel de la escuela es compensar lo que no se da de manera natural en la vida . Nosotros somo guías que orientan y ayudan en ese camino, pero ellos, que nos dan tanto, son los que dan sentido a nuestro trabajo. De este centro han salido alumnos como Manolo de Vega , que pasó de sacarse la Eso a los ventitantos años a realizar un grado universitario y trabajar actualmente con personas de entornos como del que él proviene. Es el paradigma de alumnos de un centro como éste, y del poder que tiene la educación para transformar la vida de las personas. Creer en ese poder de transformación personal y sociocultural es lo que me mantiene, felizmente, en una profesión que para mí es la bonita del mundo, y a la vez la más difícil. “
No resulta por tanto extraño que a este fontanés inquieto se le llene la boca cuando habla de lo que supone trabajar en un centro como el suyo: “ Aquí me he encontrado una heterogeneidad, una diversidad de perfiles de alumnos y una pluralidad cultural como nunca había vivido. Conoces a diario historias de vida, muchas tremendas, que nos vas a encontrar en otros lugares “más normales”, aquí tiene un aprendizaje diario brutal. Tenemos alumnos de muchas nacionalidades diferentes, muchos muy disciplinados y conscientes de que se les está ofreciendo esa segunda oportunidad de tener una vida mejor. Aquí vienen personas con baja autoestima, que también tienen miedo de ser rechazadas en la sociedad por venir de donde vienen… Un estigma que les pesa mucho. Pero también hay que decir que ésta es la única zona de España que cuenta con una plan educativo específico. Y que yo me paso media jornada enseñando, y la otra media peleando con las administraciones para que se dote de más recursos al barrio. “
En el CEPER se ofertan planes formales para sacarse el título de ESO, se pueden realizar las pruebas de acceso a un par de ciclos formativos e incluso las pruebas de acceso a la Universidad para mayores de 25 años. Paralelamente, se imparten cursos de Informática, de Hábitos Saludables, Español para Extranjeros, Huertos Cooperativos (un proyecto que conexiona todos los planes, y en el que colaboran otros centros como la Universidad Pablo de Olavide ), Patrimonio Andaluz y por supuesto cuentan con su proyecto de Comunidad de Aprendizaje.
Al respecto, sostiene J,. J. Caldera : “ Soy un enamorado de la evidencia científica, de seguir poniendo en marcha proyectos que funcionan , que te ofrecen la mejor calidad de enseñanza posible y que, como es el caso de las comunidades de aprendizaje, hay evidencia de que no sólo mejora lo académico, sino que el entorno en el que se insertan también mejora en muchos aspectos. Aquí no cuenta la jerarquía , cuentan los argumentos de valor. Toda la comunidad educativa participa de forma consensuada y democrática en una comunidad de aprendizaje, y los resultados son espectaculares”.
“Hay que romper con lo normativo cuando te encuentras ante un grupo de jóvenes de 20 años que no han leído un libro nunca, y tú le proponer leer por ejemplo Romeo y Julieta por placer, sin exámenes de ningún tipo, sólo por el placer de leer y que cada uno la interprete según su experiencia personal. Son tertulias literarias dialógicas que resultan muy enriquecedoras. Imagina cómo puede interpretar esta conocida historia de amor una persona de etnia gitana, o una mujer musulmana … Pues llegamos a deconstruir el mito del amor romántico… Cada lectura es un mundo distinto. O las Tertulias Intergeneracionales, con personas de edades tan diferentes , y que se aportan tanto entre ellos, y aportan…”
“ Sí, he encontrado mi sitio. Yo, que fuí un adolescente algo difícil como me recuerdan algunos de mis profesores, trabajo para que personas que vienen de contextos difíciles encuentren su lugar en el mundo, como lo he hecho yo , trabajo para ayudarles a construir sus sueños.”
En 2013, el CEPER del Polígono Sur de Sevilla obtuvo el Premio Nacional “Miguel Hernández” concedido por el Ministerio de Educación en reconocimiento y gratitud a la labor que realiza en la zona. A este galardón se suma el Premio Internacional de alfabetización y desarrollo sostenible “Confuccio” otorgado por la Unesco.
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