Acaba de llegar del sudeste asiático, y el músico y compositor Rodrigo Parejo (Don Benito, Badajoz, 1981) ya está conquistando de nuevo Extremadura. Vivía en el Sudeste Asiático, pero desde la pandemia vive en España. El año pasado volvió de gira tres meses, y este año ha estado mes y medio. Normalmente está entre Singapur, Malasia e Indonesia. Este año ha estado, incluso, en Festivales como BIPA (Banjarmasin International Performing Arts Festival), en Borneo (representando a la delegación de España en este festival internacional); en Asia Tri Dance Festival, en Java o, en Esplanade Theater de Singapur, el Teatro más importante de Singapur presentado, proyectos de danza, música latinoamericana, española, de jazz…, incluso ha grabado su primer disco en Yakarta, con un cuarteto de músicos con los que suele tocar allí; aunque no es lo único que tiene grabado. Hay temas con la compositora y vocalista Peni Candrarini que recientemente obtuvo el Premio Internacional, Aga Khan Music 2023, junto a figuras legendarias como Zakir Hussain de la India…; y sigue trabajando con bailarines como el coreógrafo Rianto (colaborador de compañías de danza de primera clase como: Akram Khan Dance Company, etc ); Retno Sulistyarini o Agus Margiyanto (danza javanesa y contemporánea). Pasen y lean.
¿Te sientes más cómodo, musicalmente hablando, en Indonesia?
Si, generalmente me siento más cómodo allí, y cada vez más. Me siento como en casa. Hay algo que me mantiene, alguna conexión con esa música, con esa comida, con su cultura, la gente… etc, que me une a ellos. Además, la flauta, es un instrumento musical que está en todas las culturas. Lo tengo claro. La música es el medio que me conecta con cada cultura.
Una flauta, la travesera, para seguir uniéndote al mundo, pero también a esa conexión con el flamenco…
Si está esa parte de música flamenca, española, que viene de casa, ¡está claro!
¿Qué tipo de música es la que te sale con más facilidad?
No sabría decirte…, porque voy aprendiendo muchos idiomas con la flauta; ya sea el jazz, el flamenco, pero si, creo que hay algo de bastante de lo arábico, de lo indonesio que también está cercano…, es difícil de definir
¿Qué nexo de unión hay entre el flamenco y el sudeste asiático? ¿qué cosas encuentras en común entre esas músicas?
Indonesia son 18.000 islas y cada una tiene su propia cultura, por ejemplo, Bali está mas ligada a la música de la India con esos ritmos tan rápidos, y la danza; pero por ejemplo Sumatra tiene esa parte más cercana a la música mediterránea, e incluso al flamenco…, no se alejan mucho.
Pero, ¿qué les une?
El sentir, la capacidad de sacarte del interior lo más profundo, lo expresivo. La música de Indonesia también es muy de verdad, como el flamenco. Y también se desarrolla y comparte en las familias. Las familias que respiran música, lo cantan, lo bailan… viven alrededor de ella. En Indonesia la música se hereda como el flamenco.
Háblame de ese Workshop de Improvisación, Creatividad y Creación Musical “El lenguaje del sonido” porque, ¡es totalmente atípico!
Si, lo voy a hacer en un Congreso de Bandas de Música. Voy a compartir mi visión acerca de la improvisación, de la ausencia de miedos, del proceso de crear…, que creo que es algo necesario. Ya lo hice en Singapur, en universidades en Indonesia … en varias Instituciones y aquí, en España, lo sigo haciendo.
¿Cómo viste esa necesidad?
Me lo propusieron directamente porque querían introducirse en el Jazz y yo acepté. Pero antes de entrar en el Jazz, lo cierto es que yo trabajo mucho otras cuestiones: sicológicas, espirituales y conceptuales de la labor como músico. De porqué somos músicos, de qué queremos aportar con la música…, de llegar a saber escuchar, de apreciar la música que existe en la ciudad, en el campo, como una cuestión de sensibilización y, sobre todo, de ese disfrute mayor de lo que es la música. A veces corremos el riesgo de disfrutar mucho la música de una forma profesional, sin más, pero hay algo más allá. Hay que volver hacia atrás para luego, caminar a ese más allá al que me refiero, ¿entiendes?
Si, si, la música tiene primero que traspasarnos para luego poder ser compartida, ¿no?
Si, si hay que volver a una parte esencial. La música no sale de un instrumento, sale de nosotros. Cuando estamos en esa zona, dentro de la música, es cuando tenemos libertad y podemos hacer muchas cosas, y con muy poquito se puede hacer mucho. Hay que llegar ahí y luego ya nos metemos en los estilos para adentrarnos en el jazz, en el flamenco, pero cositas básicas que ayuden a todo el mundo a motivarse e incluso a componer la propia música porque si no, a día de hoy, cuando nos pregunten diremos: no, si tocábamos Beethoven en el 2023 …. ¡hay que crear música para contar el momento que vivimos, en donde vivimos!
Hay una parte de ti que me gusta mucho que es la más espiritual…
Siempre he sentido que con la música se puede cambiar los estados de las personas, e incluso el de uno propio; y en los últimos años empecé a adquirir más instrumentos de meditación como los cuencos de cuarzo, tibetanos, flautas… etc y últimamente me he dedicado a hacer sesiones de Terapias Sonoras, Viajes Sonoros, donde se cuentan cosas con Bandas Sonoras y donde cada vez me sorprendo más. Cada persona viene de distinto lugar, de diferente historia y a veces veo gente llorando, que incluso a mí me emociona, porque cada persona es su propio mundo, resolviendo o conectando …, compruebo que es algo que funciona muy bien. Es algo necesario sobre todo después de la pandemia porque me di cuenta que, todas estas sesiones son muy importantes para todo el mundo: para sanar, cuidar la energía, redondear…, porque es importante no perder esa conexión. Conectar cuerpo y espíritu es muy importante. Incluso cuando hago conciertos jazz, u otros estilos intento llevar toda esta conciencia a ese contexto, pero también funciona
Recuerdo en Singapur en un Club donde empecé a explicar algunas cosas, creando mis ambientes, porque hacer música es igual que hacer sonidos de pájaros, melodías…, al principio la gente se rayaba un poco, se preguntaban: ¿esto qué es? Pero luego conseguimos callar a todo el mundo. La gente iba a comer, beber y todo el mundo conectó con la banda, con nosotros. ¡Esto es! crear estas experiencias con la música…, hay que tener los sentidos bien despiertos.
Palop Flamenco
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