El 16 de septiembre de 1936 se produjo uno de los sucesos más importantes y, a la vez, más dramáticos de la historia contemporánea de Extremadura: tras el golpe de estado fascista del 18 de julio de ese mismo año, dos meses después, los últimos enclaves del suroeste extremeño estaban a punto de ser tomados por las tropas del ejército golpista. Ante esta situación, un grupo formado por miles de personas intenta escapar del terror y la muerte, huyendo de manera organizada hacia zona republicana. Muchas personas huían de sus pueblos por sus ideas políticas, otras simplemente por miedo. No sabían el terrible final que les esperaba.

Formaron lo que se denominó ‘la columna de los 8000’, en lo que fue el primero de los grandes desplazamientos de personas que provocó la Guerra Civil. La columna la conformaron, sobre todo, mujeres y hombres indefensos, niños y niñas, ancianos y ancianas, andando y cargadas con algunos enseres en carros y animales. Pocos iban armados. La huida fue a través de 100 kilómetros, partiendo de Fregenal de la Sierra y pretendiendo llegar al enclave republicano de Azuaga, una de las pocas zonas de la provincia que no había sido ocupada por el ejército fascista.

Cuando estaban ya cerca de la libertad, la columna fue atacada en un paraje cercano a Reina y Fuente del Arco, siendo asesinadas unas 80 personas. Tras este ataque, muchos miembros de la columna acabaron huyendo de nuevo hacia sus pueblos, donde fueron asesinados, y unas 2.000 personas de la columna fueron hechas prisioneras y fusiladas un mes después.

Sin embargo, a pesar de que estos hechos forman parte, junto con la matanza de Badajoz, de uno de los sucesos represivos más importantes de la Guerra Civil, hasta el día de hoy ha sido silenciado por los distintos poderes, los de antes y los de ahora, intentando que un manto de olvido, injusticia e impunidad cubra nuestra historia popular extremeña.

Silenciado en las instituciones educativas, este genocidio contra la población civil extremeña ha permanecido oculto para la mayoría de los y las extremeñas, y, sobre todo, para las generaciones actuales.

Esto, unido a que nuestra región cuenta con la segunda provincia del país, Badajoz, con el mayor número de personas asesinadas por el franquismo (en torno a 14.000 son las víctimas extremeñas y 12.000 las pacenses) y a que en la actualidad todavía más de 13.700 extremeños y extremeñas continúan desaparecidas en cunetas y en fosas comunes, hace que sea necesario poner en pie iniciativas para reconstruir nuestro presente a través de nuestro pasado.

Por todo ello, ante el auge de mensajes revisionistas de nuestra historia, que pretenden negar el genocidio cometido por el franquismo en nuestra tierra, y la llegada de estos mismos victimarios al actual Gobierno de la Junta de Extremadura, quienes pretenden derogar la actual e insuficientemente todavía desarrollada Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura, nuestra región se levanta para decir alto y claro que ‘Extremadura tiene memoria’, a través de la I Marcha Columna de los 8000’.

Esta jornada de lucha y memoria, impulsada por diferentes asociaciones, organizaciones y colectivos extremeños y personas a título individual, se celebrará el próximo 15 de septiembre, desde la ermita del Ara (Fuente del Arco) hasta Fuente del Arco. Nuestro objetivo es rescatar a la luz del presente este hecho histórico de nuestra región y denunciar los discursos negacionistas y revisionistas de la Memoria Histórica y Democrática.

Caminaremos, no sólo para rescatar la memoria de esas 8.000 personas, sino también para ser vacuna contra el machismo, el clasismo, el racismo y la lgtbifobia y, en definitiva, contra el fascismo, para las generaciones del presente, con el objetivo de seguir construyendo una cultura popular extremeña crítica, tolerante, diversa y progresista que traiga por fin Verdad, Justicia y Reparación, y no repetición.