Si es complicado descifrar la voz de un genio, imagínense lo que debe ser, llevar esa musicalidad, a un pentagrama. Eso es lo que ha conseguido realizar el compositor extremeño Paco Suárez, con los agudos y melismas de Porrina, en el marco del clausurado Festival Flamenco y Fado Badajoz. De la mano de la Orquesta de Extremadura, junto a la voz del cantaor Francisco Escudero ‘El Perrete’, el piano de Paco Suárez, la flauta de Ostalinda Suárez y la percusión de Paco Vega, el clásico y el flamenco cruzaron sus caminos en ese Festival que borra fronteras a base de cultura. Pasen y lean.

¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de adaptar los cantes de Porrina a lo sinfónico?

¿Lo más complicado? entender sus dimensiones, su manera de cantar. Comprender la manera de decir los fraseos en una persona como Porrina que los hacía unas veces muy largos y otros muy cortos; establecer un criterio musical sinfónico para que las preguntas y respuestas de una melodía sea coherentes…, da una cierta dificultad. Esto ocurre con todos los cantaores porque todos cantan libres, el guitarrista siempre va detrás, y aquí componer era todo lo contrario: un músico sinfónico se rige por una partitura que no da a la improvisación, por tanto, había que cuadrar a toda la orquesta para que los cantes tuvieran esa dimensión melódica que había que establecer, ya que Porrina, como le digo, a veces era un cantaor muy largo y otras, muy corto.

¿Cómo es el proceso?

Lo primero es determinar, hacer un plano, como cuando se va a hacer una casa: por aquí se entra, por aquí se sale, va a haber tres ventanas.; aquí igual. ¿Cuál es la tonalidad?, ¿cuál su tesitura musical? Porrina tenía una gran voz y una tesitura musical, tanto en los agudos como en los graves, más que demostrada en todos sus cantes por lo que, hemos tenido que hacer un plano general, para que Porrina no tuviera pérdida de su esencia. ¿El proceso? componer música original y una vez compuesta, llamar al intérprete, en este caso El Perrete, ir a un estudio de grabación, y echar bastantes horas para grabar los cantes a través de la composición musical que se ha hecho. He de decir que Perrete se ha adaptado perfectamente a esto, que es un esfuerzo,  porque ha habido que acotar la partitura para que él estuviera en el plano ideal de la orquesta. Y lo ha conseguido.

¿Qué ha supuesto para usted como músico? ¿era un reto?

Evidentemente. Cuando un compositor coge el papel, el lápiz y la goma y el piano, que son las herramientas que utilizamos los compositores para componer, siempre es un reto. Sea la composición que sea. Por muy fácil que sea una música o una canción. Éste ha sido otro en mi vida porque musicar a Porrina no es fácil, ni ha sido fácil. Cualquier composición es un reto, pero con el flamenco mucho más. Cuando homenajeé a Caracol también lo fue porque tenía que estar presente en todas las músicas, pero también lo dominaba, las zambras, su música…, como músico ha sido un reto, pero creo que lo he conseguido.

¿Qué ha descubierto de Porrina que no supiese?

He estudiado y escuchado a Porrina durante un mes todos los días, y he escuchado, no solamente unos jaleos o unos fandangos, sino infinidad de horas con los auriculares para elegir ese repertorio que mejor hiciera él. Lo más importante era coger esa parte de los cantes por los que Porrina era identificable. A base de escucha he conseguido hacer una música que se ha adaptado perfectamente a la manera que tenemos los extremeños de hacer nuestros jaleos, tangos y fandangos. La esencia es Porrina, pero estamos en un mundo sinfónico, donde hay tantos colores que combinarlos ha sido un gran descubrimiento. Porrina me ha aportado esa serie de colores que ya tiene una orquesta sinfónica y que creo, humildemente, he sabido aportar a estas composiciones.

¿Se plantea hacer esto mismo con algún otro cantaor?

Evidentemente. Siempre mi camino me ha llevado hasta el flamenco sinfónico. Desde que yo escuché por primera vez con treinta años mas o menos a Arturo Pavón en la gran sinfonía flamenca que él hizo con el piano, a mi me quedó eso muy marcado, y empecé a componer en los años 90. En mi caso, la experiencia me ha dado un grado. El flamenco me demuestra que es tan grande, tan amplio, que se adapta tan fácil a otros instrumentos que no sea la guitarra, que tiene una dimensión musical que produce tantas y brillantes emociones…, que me inclino por seguir componiendo música sinfónica de cualquier cantaor de nuestro flamenco.  He hecho cosas para Las Grecas, Chunguitos, Niña Pastori…, Misas flamencas sinfónicas con la Orquesta de Navarra…, quiero seguir escribiendo páginas en la historia de nuestro flamenco.

Explíquenos porque el flamenco no puede llevarse a un pentagrama…

¡Esta pregunta es muy importante! El flamenco cantado, puro, no se puede llevar al pentagrama, tal y como nosotros lo escuchamos. Se pueden escribir frases musicales, cadencias, con principio y final que se asemejen a lo que hace el cantaor; pero la verdadera respuesta es que el flamenco se inventó fuera del sistema temperado (creado por el músico español Bartolomé Ramos de Pareja). Este sistema divide la escala musical en tonos y semitonos y el flamenco, no solo se divide asi, sino que se divide en comas sintónicas, en tantas partes, dentro de los semitonos, que el sistema temperado no permite la escritura de menos de un medio tono, por tanto, es imposible pasar la partitura real, pero si es verdad que se puede acercar uno bastante mientras los instrumentos, estén regidos por el sistema temperado como es la guitarra, el piano, violín…; como la voz humana está fuera de este sistema porque es anterior, pues difícilmente se puede escribir en un pentagrama.

¿Hay algún momento en el que no se pueda crecer como músico?

No, no. Los músicos nacemos y después nos vamos haciendo. Dejar de ser músico no es admisible porque es una forma de manifestar, externamente, nuestros sentimientos. Y las personas necesitamos expresarnos, aunque cada una lo haga a su manera. Un gran poeta no puede dejar de ser poeta, aunque no escriba para él…, que tenga trascendencia o no, es otra cosa, pero no creo que haya ningún músico que quiera dejar de serlo, al igual que no creo que haya ningún artista que quiera dejar de serlo.

Palop Flamenco