El ser humano es el mismo, sea este hombre o mujer, son diferencias de sexo que claro, da lugar a diferencias de concepción a veces de ciertas cosas, pero en definitiva es lo mismo.

Estamos en el momento de la mujer, ella está luchando por ser independiente del hombre, que tanto le ha acosado, manipulado, extorsionado y la hecho creer que era pequeña en comparación con el sexo masculino.
El relevo hoy en todos los sentidos lo está tomando la mujer : trabajo, cuidado de  hijos, protección, avances de pensamiento, disciplinas, estamentos sociales, etc. Es una carrera de fondo a la que ella está abocada. Ese aspecto es muy positivo y no da lugar a dudas su avance.
Tantos siglos de represión y ahora le toca a ella. Sin embargo, tenemos que puntualizar, no todas ellas al igual que ellos son iguales, al igual que los hombres, ellas pueden priorizar la búsqueda del prestigio, poder o dinero por encima de lo humano.
Una presidenta en un país con mucho poder sería algo novedoso e importante, histórico, pero no nos engañemos, más allá de ese factor no se darán cambios de calados tan necesarios para la sociedad del país como la eliminación de las armas de fuego, la no participación en los conflictos bélicos, la desmantelación del complejo militar industrial formateando por otro tipo de fábricas, no se dejará de perseguir y condenar a periodistas que ponen a la luz pública información importante que destapa las cloacas del estado, no habrá soluciones reales para la inmigración, los ricos y magnates seguirán cometiendo sus fechorías impunes ante una justicia incapaz de levantar el mazo contra ellos , la sociedad seguirá ahondando en la más profunda desigualdad, la salud no será igual para todos, continuará privada y seguirá siendo un negocio, la educación seguirá siendo un negocio y accesible para pocos, las pensiones de muchos miles seguirán en la miseria, el control de los medios de comunicación continuará al mejor estilo imperial así como la represión de cualquier tipo de protesta popular y no seguimos para no alargar más.
Si esa mujer consigue darle la vuelta a todo esto y hacer una democracia verdadera en el supuesto lugar de las “libertades” y que esto sea algo más que unas palabras puestas en un papel mojado sería un ser humano realmente digno y una política que pasaría a la historia por su aporte trascendente.
Jesús Antonio Fernández Olmedo