Para quienes tienen hijos en edad escolar, la vuelta al cole es un gasto ineludible pues, por mucho que podamos aprovechar material o ropa ya comprados el curso anterior, siempre habrá que reponer. Sin embargo, no es tan fiero el león como lo pintan. Tradicionalmente, organizaciones y entidades de todo tipo lanzan sus previsiones de gasto escolar durante el mes de agosto, calculando un importe de la vuelta al cole que, casi sistemáticamente, se va por encima de los 400-500 euros. Pero, ¿es posible ahorrar en esta factura?
Por partidas
El coste del material escolar es uno de los principales factores que contribuyen al gasto económico que enfrentan las familias durante la vuelta al cole y, de hecho, para muchos será el único absolutamente ineludible. En los últimos años, además, se ha observado un incremento significativo en el precio del material escolar, influenciado por factores como la inflación, la incorporación de tecnologías en el aula y las tendencias de consumo que promueven marcas y productos de mayor coste.
Pero es posible ahorrar, y mucho. Lo primero que tenemos que hacer es repasar concienzudamente lo que nos sobró del curso pasado. Lo más probable, es que tengamos cajas de lápices de colores, bolígrafos, rotuladores o cuadernos a medio uso, y no supone ningún problema que nuestro hijo empiece sus clases con ese material. Sin duda, habrá que completarlo más tarde, pero habremos reducido el impacto económico de la vuelta al cole. Además, podemos aprovechar las ayudas que algunos ayuntamientos lanzan para ayudar a las familias con menos recursos. Por ejemplo, el de Mérida destina 70 euros por alumno de educación obligatoria.
Por otro lado, en Extremadura existe una deducción de 15 euros en la declaración de la renta por alumno. No es mucho, pero algo ayuda. En cualquier caso, y para maximizar el ahorro en material escolar, debemos, como en cualquier acto de consumo, comparar precios. En muchas ocasiones pensamos que lo más económico es recurrir al comercio asiático; sin embargo, hemos hecho un estudio que lo desmiente en favor de las pequeñas papelerías y librerías de barrio. En estos establecimientos, podemos encontrar, no solo un asesoramiento especializado, sino, por lo general, mejores precios. Así, hemos encontrado diferencias en lápices negros Staedtler 2B del 18%, en cuadernos de 80 hojas cuadriculadas del 21% o en reglas de 30 centímetros del 32%, siempre a favor de la papelería.
Un aspecto que también puede resultar interesante, aunque con matices, es el de los paquetes ahorro. Así, hemos encontrado, por ejemplo, conjuntos de 10 bolígrafos a un precio que es, por unidad, un 8% más barato que comprarlos individualmente. Pero es importante tener en cuenta el uso que le vamos a dar. Si, por ejemplo, tenemos dos hijos en edad escolar, y vemos una oferta muy atractiva por comprar 10 paquetes de folios (5.000 en total), debemos valorar si merece la pena la inversión, pues lo más probable es que tengan folios para el resto de su vida en el colegio. Así, reducir el importe total de la vuelta al cole en septiembre puede pasar por comprar estrictamente lo necesario.
Por otro lado, debemos admitir que el gasto en libros de texto ha disminuido en los últimos años de forma radical.
En primer lugar, porque, como hemos dicho antes, el sistema de préstamo de libros funciona realmente bien en Extremadura. En principio, las ayudas a libros de texto se dirigen a familias con determinados niveles de renta, en función del número de miembros, así como a las numerosas. Estas ayudas están gestionadas por los centros, que entregan lotes a las familias beneficiarias con el requisito de que los devuelvan al final de cada curso. El objetivo es formar un banco que con el tiempo se vaya nutriendo de material, de modo que al cabo de unos años se pueda disponer de libros para todos los alumnos, con independencia de que sean o no beneficiarios de la subvención. Este objetivo estaba prácticamente cumplido, aunque la entrada en vigor de la nueva ley de educación hace un par de años, obligó a cambiar muchos de ellos.
Y, en segundo lugar, por el floreciente mercado de segunda mano organizado alrededor de los libros de texto. Hay portales especializados que han registrado un aumento significativo en la demanda de estos artículos, con un incremento del 118% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Este mercado de segunda mano puede suponer un gran ahorro para las familias pues, si tuviéramos que pagar todos los libros, pasaríamos de los más de 250 euros de media por niño, a poco más de 80 que gastaríamos en el mercado de ocasión.
Por último, el otro gasto relevante asociado a la vuelta al cole, es el uniforme… o la ropa, porque en Extremadura, en la gran mayoría de los colegios, el uniforme no es obligatorio, si exceptuamos privados y algún concertado. No vamos a entrar en el debate de “uniforme sí, uniforme no”, porque ambas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes. Pero sí podemos, elijamos lo que elijamos, aprovechar estos últimos días de rebajas para comprar, desde ropa interior hasta de deporte, a un precio inferior al de temporada normal. No obstante, aunque no optemos por el uniforme, tendremos que hacer frente a la compra seguramente de calzado, ropa deportiva, etc.
Además, por mucho que en las tiendas empiecen a anunciar en sus escaparates la temporada de otoño/invierno, no es necesario comprar ahora abrigos o botas de agua, que no harán más que hacer más dura la cuesta de septiembre y adornar nuestros armarios durante unas semanas más.
Conclusión
En lo que llevamos de año, hemos podido observar como paulatinamente, iban subiendo el precio de los suministros, del aceite de oliva, de la cesta de la compra… la vuelta al cole también.
Y es que, por muy ‘gratuita’ que sea la educación pública, los padres también tienen que adquirir libros, material escolar, uniformes o ropa.
A medida que un alumno va avanzando por los diferentes cursos de educación obligatoria, el precio de todo el material escolar en su conjunto se vuelve cada vez más desorbitado. la inflación en la ‘vuelta al cole’ supone una pérdida de la capacidad de ahorro para todas las economías familiares.
No obstante, tenemos posibilidades de aliviar el gasto de la vuelta al cole. Reutilizar material y ropa, solicitar préstamo de libros o ayudas públicas, buscar en webs de segunda mano, planificar y aplazar compras, son solo algunas de las acciones que podemos llevar a cabo para que la vuelta al cole no suponga demasiado descalabro en nuestra economía. Además, podemos aprovechar para inculcar valores de consumo sostenible, inteligente y crítico a nuestros hijos, haciéndoles ver que más allá de marcas y caprichos, existen productos en el mercado que, sin tanta parafernalia, cumplen perfectamente su cometido sin empeñar la viabilidad de la economía familiar.
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