En la Universidad de hoy podríamos preguntarnos ¿en qué punto está? ¿ Está para ayudar a afrontar los retos que como especie humana tenemos enfrente?

Los hacinamientos en las grandes ciudades, el desastre ecológico, la soledad del hombre actual, la contaminación que arrasa por todas partes, el peligro o amenaza nuclear, la manipulación política, judicial, de medios y etc…

Es más, ¿se trata acaso de un espacio donde el saber se expande por todas las rendijas de la sociedad y contamina hasta el más incauto?

¿Qué ha pasado con el debate?

¿Qué ha sucedido con su compromiso con el desarrollo de ciertos valores, espiritualidad y filosofía que fueron y se supone que son también hoy la base de la escuela universitaria ?

Son preguntas sencillas y que nos puede llevar a plantearnos a qué se dedica hoy ese espacio llamado Universidad.

A primera vista, y no hay que tener ningún título universitario para darse cuenta, se observa como un estancamiento en el índice del saber,
del conocimiento, de las ganas de aprender. Más bien parece un lugar para ganar un diploma, un prestigio y un puesto de trabajo, lo opuesto a la esencia con la que se fundó en la Edad Media.

Hoy las universidades de todo el mundo trabajan más para el capital, empresas, complejo militar industrial, fábrica de armas, tecnología para el control y la coacción de la población, creación de virus y vacunas y añadan ustedes mismos algo más, que para el desarrollo evolutivo
del ser humano.

Claro que esto no se plantea así sino que se muestra como un aporte a la sociedad y se vende como algo positivo para todos blanqueando su propia imagen.

Sean privadas o públicas su capacidad de desarrollo en favor del humano está restringido por estas empresas o multinacionales.

JMM Caminero