Una Carta Magna donde nada se cumple: ni el derecho a la vivienda, ni a la opción laboral, ni una sociedad igualitaria , donde todos somos
iguales ante la ley y eso que se lo digan al que la refrendó , que el sabe que unos son más iguales que otros y si hablamos de libertades pues
la de la expresión que es la más importante vemos que las opiniones de la gente , de las mayorías no se tienen en cuenta, se postergan o sencillamente no se cumplen.

Por esto , hoy podemos decir , que de texto visionario nada, porque ya lleva unos cuantos años para que un sólo artículo de sus enmiendas fuera realizado en la práctica.

A mi, y a muchos nos produce una carcajada sobre todo en el artículo del derecho a la vivienda.

Todo está bien en la teoría pero esto ya no convence a nadie, bueno , puede que aún haya algún despistado por ahí que quiera creer en lo que no existe.

Sólo se mantiene esta “supuesta fiesta” de algo que no tiene valor y que no existe podríamos decir en forma categórica sino que es un cuento chino porque a algunos varones les sigue interesando con el beneplácito de otros. A los señores de la alta alcurnia les conviene algo y por
eso está ahí.

Pero a la mayoría les molesta.

Sólo esperamos que algún día las personas despierten de su largo letargo invernal o sueño y construyan un nuevo país pero que sea verdadero y no amañado.

Nada más por hoy , muchas gracias.

Jesús Antonio Fernández Olmedo