María del Carmen Álvarez Moreno será la Pregonera de las Fiestas Patronales en Honor al Santísimo Cristo de las Misericordias 2025.

Licenciada en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid y en Ciencias Eclesiásticas por la Universidad Pontificia de Salamanca, ingresó en la Congregación de las Hijas de la Virgen de los Dolores un 15 de septiembre de 1985.

El pasado 24 de Julio fue nombrada Superiora General de dicha congregación, que tiene presencia en Extremadura, en Madrid, en Castilla y León, en Galicia, en Cantabria, en Cataluña, en Lisboa (Portugal), en Buenos Aires (Argentina), y en Angola.

Todo un reto aparejado a una apretadísima agenda, en la que no figuraba ser la Pregonera de las Fiestas del Cristo de su pueblo: “ me llamó el propio alcalde, que es de mi quinta y amigo desde la infancia, y me cogió por sorpresa…

Si el único día que me había pedido en meses era el 7 de septiembre para disfrutar de la procesión de mi Cristo…

Tengo un montón de compromisos pero al final me dije que si soy servidora del Cristo y de mi pueblo, tenía que estar ahí. Y tengo que decir que mis compañeras de la congregación me han apoyado mucho en la decisión que tomé.”

Cuenta que le está dando al discurso “las últimas puntás, como se dice en La Fuente”, y adelanta que en el mismo plasmará gran parte de sus vivencias de infancia y juventud en Fuente del Maestre.

Álvarez Moreno recuerda aquellos tiempos en los que ya sentía la llamada de la vocación religiosa: “ Tenía 18 años y recuerdo perfectamente que, mientras el pueblo vibraba y se divertía en las fiestas yo, que como cualquier joven también salía con las amigas, tenía un nudo en mi interior…

Fueron días de zozobra y de sentimientos encontrados, de vivir momentos de mi juventud muy bonitos por un lado y de rezar mucho también, de pasarme horas delante del Cristo de las Misericordias porque en el fondo yo tenía un vacío existencial… Sentía vértigo ante lo desconocido, mi madre y hermanas me apoyaban, aunque tenía miedo por la reacción de mi padre, …

Al final, de forma providencial, contacté a través del sacerdote del instituto “Suárez de Figueroa “ Antonio Becerra, con unas monjas en Feria, y hablé mucho con Don Manuel Leal, con aquel gran sacerdote que tuvimos en la Fuente , Don José María Alvarez… Y al terminar COU, me postulé. Hoy, 40 años después, no me imagino en otro sitio. “

Desde entonces ha desempeñado diversos cargos. Ha sido docente, directora de una residencia universitaria en Madrid durante 17 años, ha trabajado y trabaja con jóvenes “a los que acompañamos en la búsqueda del sentido de sus vidas, acompañamos realidades muy diversas”, ha visitado cárceles…

“Mi vida ha sido apasionante, mucho más divertida de lo que la gente piensa cuando decides ser monja. Y no sólo por la cantidad de viajes que he hecho y hago, o por la cantidad de personas que se llega a conocer y con las que se convive, por la formación continua; sino sobre todo porque todo esto me ha posibilitado una apertura al mundo que otra elección de vida no me lo hubiera permitido.”

Reconoce sentirse “nerviosa” pero no por el hecho de hablar en público (algo a lo que está acostumbrada) , sino porque “hace 40 años que no voy al Cristo, porque es mi pueblo, mi gente…

Pero sé que voy a teneros conmigo y a mi Cristo mirándome de frente … Tengo como una emoción contenida porque, aunque he estado fuera mucho tiempo, yo siempre me sentido de La Fuente. Yo soy muy fontanesa, esté donde esté.”

Y sentencia: “Mi camino, como cualquier otro, no ha sido siempre de rosas, pero es el que me hace feliz.”