Hasta el próximo 6 de enero, podrá visitarse en el Museo Etnográfico González Santana de Olivenza una selección de la obra pictórica del artista sevillano Emilio Corzo Hinojosa.

En la muestra, denominada ‘La piel celeste’, el autor visualiza la naturaleza de manera propia, una naturaleza que responde a la definición de Italo Calvino como “verde, muciloginosa y espirales de la continuidad viviente”.

Tras su paso por la Gerrit Rietveld Academie de Amsterdam, donde obtuvo en 2009 su segunda licenciatura en Bellas Artes tras conseguir la primera en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada, Emilio introdujo dos elementos a su obra, el cielo y el agua, que desde entonces tienen presencia continua en la misma.

La pintura de Emilio Corzo se remonta a su visita a El Chorro, Málaga, donde sentó las bases de su forma de pintar basada en numerosas capas de pintura que deposita en cuencos, dejándolas secar y extrayéndolas del recipiente con agua, para finalmente colocarlas en lienzo sobre el que continúa pintado.

Esta práctica artística, que ha denotado en su preocupación por la piel, está en continua renovación. En la actualidad, Corzo extrae las capas más resistentes de pintura con agua, dejando en remojo durante varios días una tela en la que se marcan surcos y después fija sobre un bastidor, consiguiendo una pintura espontánea y realista.

Además de esta colección individual que expone en la localidad, el artista ha realizado trabajos colectivos en Amsterdam, Alkmaar y Utrecht, y  performances para Jon Mikel Euba y Dora García.