La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha pedido formalmente a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que se oponga a las intenciones de Europa de prohibir los fitosanitarios como condición para acceder al pago verde de la PAC, más conocido como greening.
UPA cree que esta decisión traería más emisiones de carbono, más erosión de los suelos y una menor capacidad de retención de carbono por el terreno. Estos efectos se unirían a una pérdida de productividad de la tierra que amenazaría la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria europeas en lo que a producciones de cultivos proteicos se refiere.
“Si se prohíben los herbicidas sobre las tierras en barbecho y se aumenta el número de meses en los que el suelo tiene que estar desnudo, se incrementará la erosión del suelo”, asegura UPA. Erosión que, en los últimos años, y según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, ha provocado una pérdida media de productividad en los cultivos herbáceos españoles de unas 30 toneladas por hectárea y año.
Para suplir la prohibición de estos productos, habría que incrementar las labores sobre la tierra, para voltearla y eliminar las malas hierbas, lo que reduciría el contenido de materia orgánica del suelo, limitando su capacidad de captura de carbono, aseguran los expertos de UPA. También obligaría a que al menos un 5% de la superficie en la que se practica la siembra directa “tendría que dejar de hacerlo”.
De cara a mejorar la biodiversidad, desde UPA apuestan por contemplar una alternativa no excluyente a los barbechos, como es la siembra de especies silvestres en determinadas zonas.
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