La sociedad actual se encuentra ante un desafío extraordinario, la recuperación de los niveles de empleo que había antes de la crisis económica. Este reto precisa más que nunca de salidas nuevas que incidan en la creatividad y en las estrategias adecuadas para articular el crecimiento necesario. Un proceso que debe contemplar, de forma normalizada, el incremento de la inserción laboral femenina, como parte esencial del progreso social y económico.

El desafío es de dimensión continental, la Unión Europea ha marcado el camino hacia una economía inteligente, sostenible e integradora mediante la Estrategia de crecimiento Europa-2020. Los objetivos definidos para este campo se inscriben en los ámbitos del empleo, la innovación, la educación, la integración social y el clima/energía que van a contribuir a que los Estados Miembros generen mejores niveles de empleo, productividad y cohesión social.

Como acompañamiento a dichas directrices, la formulación de las políticas de empleo en este nuevo tiempo debe ir asistida de altas dosis de cooperación entre los actores que operan en este espacio de producción y servicios. La propia dinámica del mercado laboral exige, cada vez más, una movilización importante de voluntades para superar los obstáculos que impiden alcanzar mayores cotas de productividad y competitividad, variables motrices para reforzar las economías de nuestro entorno.

Buena parte de la población desempeñará durante su vida laboral una gran diversidad de puestos de trabajo. Los nuevos modos de producción y las nuevas tendencias de empleo han introducido un factor de mayor movilidad en el mercado de laboral. Además, en Extremadura, el mercado de trabajo se encuentra condicionado por múltiples factores, el elevado nivel de empleo eventual agrícola excedentario, el escaso desarrollo industrial y los desequilibrios de su propia estructura económica, son un hecho diferencial con respecto a otras Comunidades Autónomas.

En este mercado laboral con tantas aristas y espirales, la aparición de empleos autónomos supone una válvula de escape a la presión de las elevadas tasas de paro, tanto desde la perspectiva de su incidencia directa en la reducción del desempleo, como en las posibilidades que añaden por el impacto de su actividad en el desarrollo económico.

El empleo autónomo acapara la mayoría de los negocios y de las pequeñas empresas extremeñas, por tanto, constituye un importante pilar para el desarrollo regional. Entendido en la dimensión individual de desarrollo de actividades empresariales o profesionales, el empleo autónomo aporta algo más del 15% al conjunto de la población activa extremeña. Por tanto, estamos ante una fórmula empresarial y laboral de una dimensión importante para nuestra economía.

La dispersión de estos pequeños negocios, así como sus propias peculiaridades, que aúnan características de empresarios y trabajadores, invitan a procurar una atención específica e integrada, particularmente por tratarse también de un tipo de empleo con un alto grado de estabilidad. El trabajo autónomo supone una vía idónea para el desempeño de nuevas actividades emergentes, además, puede significar una fórmula en la que afloren multitud de empleos que hasta ahora se encontraban en el ámbito de la economía sumergida o, más específicamente, del trabajo no declarado.

El programa de gobierno de la Junta de Extremadura contempla los compromisos suscritos por el Presidente de la Junta y las Organizaciones Profesionales de Autónomos con anterioridad a su investidura. Compromisos que recogían la voluntad de establecer un proceso de diálogo que hiciera posible un nuevo Plan para que el empleo autónomo cuente con un respaldo importante por parte de la Junta de Extremadura. El presente Plan da cumplimento a ese compromiso.

Nos encontramos ante el Plan de empleo autónomo más ambicioso de los que se han suscrito hasta la fecha. Cuenta con el mayor repertorio de medidas y, además, con la mayor cobertura de ámbitos de acción. En
estos tiempos de tantas dificultades, la Junta de Extremadura y las Organizaciones han dado un paso al frente para empujar de forma intensa en la misma dirección.

La Declaración para la Concertación Social en Extremadura, suscrita el pasado mes de octubre de 2015, abrió el camino al diálogo social y reestableció los cauces de la negociación institucional. Desde entonces se han desarrollado diversos procesos de concertación en varios ámbitos. Este Plan del Empleo Autónomo es consecuencia de dicha Declaración y, por tanto, forma parte del conjunto de esa política de diálogo social, incardinada en la Estrategia de Empleo de Extremadura consensuada con los agentes económicos y sociales.

El Plan del Empleo Autónomo de Extremadura 2016-2019 es fruto del esfuerzo de concertación y planificación realizado por la Junta de Extremadura y las Organizaciones que representan en Extremadura al empleo autónomo.
El proceso de negociación llevado a cabo en la Mesa del Autoempleo, ha concluido que Extremadura necesita el compromiso de toda la ciudadanía para alcanzar mayores cotas de progreso y, en consecuencia, sus miembros han coincidido en sumar sus voluntades a través de presente Plan. Por todo ello, la Junta de Extremadura y las Organizaciones representantes de las personas trabajadoras autónomas de Extremadura, OPA-Extremadura, AEXTA, ATA-Extremadura y CEAT-Badajoz, han acordado suscribir el presente acuerdo del Plan del Empleo Autónomo de Extremadura 2016-2019.