El jueves por la noche quedó presentado oficialmente el último trabajo de la escritora y poeta local, Encarna Jiménez de la Cruz en la villa que le vio nacer, Ribera del Fresno, ‘Calles de Barro’ ante un público entregado y participativo durante la hora que duró la velada. Esta vez el escenario elegido por el Colectivo Ataecina no fue otro que el Patio de la Casa de la Cultura ‘José María Vargas-Zúñiga’, un patio que según el presidente y coordinador del citado colectivo, el montijano José Sánchez del Viejo, ‘no me equivoqué al echarle el ojo cuando llegué a Ribera, da mucho juego, este rincón es único’. José Sánchez, quien abriría el acto, no quiso pasar por alto el atentado terrorista en Barcelona, el que ocurriera a escasas cinco horas de esta presentación del libro en Ribera, así manifestó su rechazo más unánime a todo ese tipo de actos terroristas, “nuestro respeto, nuestro dolor hacia el pueblo barcelonés, porque lo que han echo hoy no tiene nombre”. Igualmente la autora de esta novela inspirada en el siglo XIX en la Ribera del Fresno de 1860, ella misma, quien desde 1970 fijó su residencia primero en La Roca y más tarde en Granollers, ambas en la provincia de Barcelona, manifestó estar rota de dolor y se solidarizó con su otra patria, ‘lo que hemos conocido hoy es una salvajada.” Poco más tarde tendría también palabras de agradecimiento hacia el Colectivo y más concretamente hacía José, “por el montaje, porque todo esté a punto y su apoyo incondicional en cada una de mis obras”.

El paisano y amigo de la autora, Juan Francisco Llano, se dirigiría al público asistente dando un repaso por la vida y obra de la poeta local profundizando en Calles de Barro y destacando que se trata de una historia que ha servido a Encarna para hacer otra cosa que ella tenía pendiente consigo misma”.

Para Encarna, “siempre escuché en mi casa hablar de la historia que ahora he novelado, pero no me animé a dar el paso hasta el año que restauré el monagillo del Cristo de las Misericordias, momento este en el que vi ocasión, hablando un día con el párroco Don Antonio Pina de consultar el archivo parroquial y conocer así el nombre del protagonista de mi novela, ya que sólo sabía el nombre de ella, aquí es donde me dije, ‘pero si de aquí sale una novela’. Lo fui madurando, eso fue en 2012, y lo escribí aquí en Ribera en dos veranos siguientes”. Añadiendo después que, “Sus personajes son auténticos, como pasó no lo sé y yo me he inventado lo que me dio la gana, qué mala era fulanita, me dicen quienes se la han leído. Todo surgió con el documento parroquial que aporto al final del libro. Esto fue una època donde los falsos puritanismos reinaban, el qué dirán, tanto temor, llevados por esta falsa, así se vieron obligados hacer tales cosas que se arrepintieran más tarde. El libro engancha, se trata de una novela breve de 119 páginas y puede leerse en un par de tardes”. En cuanto al título, según Encarna fue tras pasarle el borrador a José Sánchez y gustarle tanto, le dijo que no sábia como titularlo, y este rápidamente supo que debía ser Calles de Barro, no sólo porque la mayoría de calles en aquella época estuvieran cubiertas de barro sino porque a su vez esta historia se veía fangosa y resbaladiza. Pero un trabajo del que realmente se siente orgullosa, y más aún al saber que un año más tarde de extraer la partida de bautismo que le llevó a redactar esta novela, el archivo parroquial terminaría en el Obispado de Badajoz, donde ya, desplazarse allí hubiera sido más complicado y quién sabe, igual hoy no estaría presentando esta novela. Al igual dejó claro que, “Y ya no quiero escribir más, no quiero dejar nada por publicar’, ya que pendiente tiene ‘El murmullo del silencio’ o Cuentos para Diliani 2ª parte.

Encarna también aprovechó en hablar de sus otros trabajos, como ‘Cuando duele el alma’, donde habla de su vida y sus recuerdos, de forma surrealista, lo hace con poesía y expresiones metafóricas, refiere la emigración, los lutos de la época, así subraya que hoy la tiene como una novela histórica. A este acto organizado por el Colectivo Ataecina y patrocinado por la Diputación de Badajoz y el Ayuntamiento de Ribera del Fresno, asistirían, la presidenta de la Asociación de Amigos ‘Juan Meléndez Valdés’, Luisa Gallardo y Pedro Castaño, pintor hornachego que ha ilustrado la portada de la novela, entre otros, la misma que puede adquirirse en la Librería – Estanco Ernesto Bazo.

Redacción