Tras una revisión técnica del Puente Lusitania de Mérida la Dirección General de Infraestructuras ha estimado necesario llevar a cabo nuevas labores de conservación por diversos deterioros producidos. El Puente Lusitania de Mérida se puso en servicio a finales del año 1991 y se han realizado labores de mantenimiento y conservación puntuales a lo largo de estos veintisiete años.
Estas actuaciones tendrán un coste aproximado de 100.000 euros y se ejecutarán en el último trimestre de 2018 en coordinación con los responsables del Ayuntamiento de Mérida.
Los deterioros han sido causados en unos casos por el uso de la infraestructura y el efecto del paso del tiempo y en otros son frutos de actos vandálicos. Los elementos sobre los que hay que actuar son tanto estructurales: hormigón, pretil metálico y anclajes de los tirantes, como funcionales: acerados, barandilla e imbornales.
Con respecto a los paramentos de hormigón y para que recuperen la vistosidad inicial se va a que proceder a la eliminación de los grafitis y la suciedad en general recurriendo a medios manuales y/o auxiliares abrasivos como el chorro con arena.
Por su parte el pretil metálico presenta zonas de óxido y grafitis, mal estado de algunas soldaduras y galvanizado, así como algunos anclajes sueltos. Como en el caso anterior se eliminarán los grafitis así como el óxido existente. Además, se repasarán las soldaduras y el galvanizado en mal estado y se coserán al tablero los anclajes sueltos. Una vez concluidas las operaciones descritas con anterioridad se procederá al repintado del pretil.
Con respecto al sistema de atirantamiento del mismo, el puente posee 23 pares de tirantes, los cuales se encuentran anclados al tablero. En el tablero, los tirantes atraviesan la parte superior del mismo y se anclan dentro del cajón de hormigón pretensado. Debido a la presencia continua del río, el cual produce condiciones de humedad muy alta, y a las filtraciones de agua proveniente de la lluvia, se requiere la rehabilitación de dichos elementos. Para ello se eliminará el óxido existente en cualquier zona exterior de los mismos mediante medios manuales y/o auxiliares abrasivos como el chorro con arena, en función del grado de oxidación y deterioro existente, incluido su posterior repintado.
Con respecto a los elementos funcionales, se volverán a solar aquellas zonas del acerado que presentan deterioros en el pavimento, se procederá a la limpieza y repintado de las barandillas y se acondicionarán los imbornales mediante su limpieza y la restitución de las rejillas en aquellos casos en los que sea necesario.
Para la realización de las actividades descritas con anterioridad será necesario la utilización de medios especiales de acceso, como camiones-grúa, grúa-cesta especial de gran alcance, bomba para el chorro de arena y el corte de los carriles interiores de cada sentido para la correcta ejecución de los trabajos.
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