La Junta de Extremadura y la Delegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma han presentado un plan estratégico para erradicar el camalote, planta invasiva que afecta a varios tramos del río Guadiana, tras la reunión que han mantenido este viernes en Mérida el jefe del Ejecutivo regional, Guillermo Fernández Vara; la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco; el teniente general jefe de la UME, Miguel Alcañiz Comas, y la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Begoña García, entre otras autoridades.

Fernández Vara ha señalado que este anuncio es consecuencia de las reuniones y entrevistas que se han mantenido con representantes del Ministerio de Defensa, del Ministerio del Interior y del Ministerio para la Transición Ecológica, así como de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y de la Delegación del Gobierno, en lo que supone, a su juicio, “un ejercicio de colaboración entre administraciones públicas en nuestro país”.

En relación con el problema del camalote, Fernández Vara ha destacado el papel de los colectivos sociales, a los que ha definido como “pulmón de la sociedad”, con algunos de los cuales ya se reunió la delegada del Gobierno y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana para trasladarles estos anuncios.

Surge así, ha explicado el presidente, “un compromiso para iniciar una estrategia nueva” a partir de la primera quincena de octubre, en la que los recursos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana se verán incrementados con la actuación de la UME, algo que el presidente ha agradecido de forma especial tanto al teniente general jefe de la UME, Miguel Alcañiz Comas, como a la propia ministra de Defensa, Margarita Robles.

En la reunión se ha analizado el plan de limpieza intensiva del camalote, “cuya erradicación es complicada pero que requiere un plan estratégico en cuatro fases”, según ha explicado la delegada del Gobierno en Extremadura.

El trabajo que ya viene realizando la Confederación Hidrográfica del Guadiana se intensificará a partir del 15 de octubre con la incorporación de medios humanos de la UME en un plan de choque que se iniciará en el último tramo del Guadiana, en Badajoz, próximo a la presa de Alqueva.

Se actuará en 11 tramos diferentes del Guadiana y se hará un reparto de tareas entre la UME y personal que la empresa pública TRAGSA pone a disposición de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Para ello, se destinarán 3,5 millones de euros en nuevas encomiendas y la contratación de unas trescientas personas durante estas fases intensivas, sin contar con el personal de la UME.

Con todo ello se pretende que estas primeras fases sean muy intensivas para que, a partir de febrero –cuando empieza la fase vegetativa de la planta–, las labores de prevención sean continuas y no se produzca una situación en el río como la actual.

Además, se contará en todo momento con el asesoramiento de la Universidad de Extremadura y de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta para que las actuaciones no amenacen a otras especies y zonas protegidas y sean mucho más efectivas.