Como todos los años, el 3 de diciembre se celebró el día de las personas con discapacidad.

Desde el año 2017, cuatro años después de que la orden entrara en vigor, toda barrera arquitectónica que impidiera el acceso a edificios públicos a personas con discapacidad o movilidad reducida debería haber sido eliminada, procurando así un mejor acceso para todos.

Ha transcurrido demasiado tiempo desde que la orden entrara en vigor. Todavía queda muy lejos el acceso universal a ciertos lugares públicos del mencionado colectivo.

De un tiempo hasta ahora he podido comprobar, más si cabe aún, la dificultad que entraña poder entrar en dichos organismos si tienes dificultad al caminar, si vas sentado en tu silla de ruedas, scooter, con un andador o por cualquier motivo que te impida llegar a cualquier lugar que te propongas

Y no solo debemos hablar de órganos oficiales. Lugares de ocio, cultura y, sobre todo el transporte público, también deben tener como prioridad la eliminación de cualquier barrera a la hora de hablar de accesibilidad.

Como persona con discapacidad y movilidad reducida aplaudo el camino recorrido en esta materia, a la que vez apelo a seguir luchando por una accesibilidad completa en todos los ámbitos de la sociedad.

Aún queda mucho camino que recorrer…… No todo está perdido.

Imagen: es.deramstime.com

Sonia Bote