El aceite “Roniel” de la SC Nuestra Señora de la Cabeza de Fuente del Maestre ha conseguido una Medalla de Plata (en la categoría “Gran Producción/más de 50 t) en la XXIV Cata – Concurso “Extrema Selección 2023” que cada año organiza la Junta de Extremadura. El pasado 17 de febrero se entregaron los galardones en Trujillo, en un acto oficial al que asistieron la Consejera de Agricultura Begoña García y la Presidenta de la Asamblea Blanca Martín, entre otras autoridades y representantes del sector oleícola a nivel regional.
Allí estuvo el Presidente de la cooperativa fontanesa premiada, Luis Sayago, que ha mostrado así su satisfacción: “ Esta medalla es recompensa y es un reconocimiento al trabajo bien hecho desde el campo por el agricultor, que lleva la aceituna en un estado óptimo, como es óptimo el trabajo de transformación que luego se hace en el molino de nuestra cooperativa. Un buen trabajo del que salen aceites extraordinarios que son premiados. En el 2020 fuímos Medalla de Oro en la misma categoría, y contamos también con premios a nivel nacional.”
Y prosigue: “En este tipo de concurso lo que se valora son las características sensoriales del producto; y las de nuestro aceite , que proviene del olivar tradicional de nuestro pueblo y de una mezcla de las variedades morisca y manzanilla, se resumen en un excelente equilibrio de matices amargos, picantes y frutados. Es un aceite con identidad propia.”
Otros de los objetivos, y los reseñaba la consejera del ramo, son mejorar su imagen y promoción en el mercado, y promocionar entre los consumidores el conocimiento y valoración de las cualidades que tiene el aceite: “ En nuestro caso, tengo que decir que nuestro aceite de oliva virgen extra se consume mucho porque se conoce aquí mucho y se valora su calidad, pero en las grandes ciudades lo tenemos más difícil porque en muchas cadenas de hipermercados, en las estanterías únicamente los valoran como aceites fuerte o aceites suaves, una valoración insuficiente. Nosotros envasamos principalmente para el consumo local y, a través de nuestra web, nos hacen pedidos de muchas partes de España. Luego tenemos una gran parte de la producción a granel que sí exportamos, especialmente a Italia”.
Y sentencia: “Lo que realmente necesitamos es crear una Denominación de Origen para el aceite que producimos en nuestra zona, porque es único, y porque seguimos unos rigurosos parámetros de calidad para su elaboración, desde el campo hasta que llega al consumidor. Con una DO sí que daríamos el salto necesario para poner nuestro aceite en el lugar que se merece en el mercado, y una garantía de calidad certificada para los consumidores. “
EN EL CONSEJO RECTOR DE VIÑAOLIVA
Como presidente de la cooperativa Nuestra Señora de la Cabeza, Luis Sayago también forma parte del Consejo Rector de Viñaoliva: Una cooperativa de segundo grado ubicada en Almendralejo que aglutina a 25 cooperativas base , como la de Fuente del Maestre. Su gran objetivo es gestionar los productos del cultivo de la viña y el olivo, con el fin de ayudar a sus cooperativas socias a acceder a mercados más potenciales tanto por volumen como por infraestructura.
“Éste es el punto fuerte de pertenecer a Viñaoliva, que están consiguiendo gestionar una oferta o bolsa común con todos los productos ,y los están haciendo llegar a mercados mayores como Rusia, Francia o Portugal. Es la gran ventaja, ya que sólo como cooperativas base no hubiéramos podido llegar a esos mercados.”
“Otras fortalezas es que cuentan con la única concentradora de mosto de la región; y con la única gestora de subproductos que hace que nuestros desperdicios se conviertan en alcohol y llegue a ese mercado específico, o que por ejemplo nuestras semillas vayan destinadas al sector de la cosmética. Esto es pura economía circular , y más rentable sin duda que si tuviéremos que destruir o dar salida en las cooperativas a estos subproductos.”
Para L. Sayago el siguiente paso sería que Viñaoliva contase “con una gran envasadora para todos los socios, que todo se envasara allí y nos ahorrásemos los costes de envasar nuestros productos.”
Y me atrevo a decir y proponer algo más: “ Para mí, lo ideal es que todos los productos de todos los socios llevasen una sola marca, se arroparan bajo el sello de Viñaoliva, pero esto es de momento más difícil de conseguir.”
Por último, ha realizado un elogio al oficio de agricultor: “ Lo tenemos todo en contra. Y con la inflación por culpa de la guerra se han disparado los precios de todo, de los carburantes, la luz o los fitosanitarios, cuyo coste se ha incrementado hasta en un 200%, es una locura … Pero a los que nos gusta el campo resistimos, echando muchos números porque también es una profesión también vocacional; aunque algunos la abandonen y otros pongan placas solares en vez de cultivos, lo que me parece un gravísimo error. Seguiremos luchando por lo nuestro…”
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