WOMAD Cáceres 2023 llega esta noche a su culmen musical después de un viernes igualmente multitudinario en el que el público se movió alternativamente entre los escenarios de la Plaza Mayor y San Jorge para escuchar y bailar al ritmo del folk-rock de Jorge Navarro & La Revolución Sonríe, el rap de Tandemonios, la canción de autor de joven canaria Valeria Castro, el blues personal de la banda marroquí Bab L’Bluz, el funk sudafricano de BCUC (Bantu Continua Uhuru Consciousness), los sonidos casi imposibles de The Beatbox Collective, la salsa del cubano Leandro Charanga, el blues y jazz criollo de Delgres, o la fusión bailable de TootArd llegados desde los Altos del Golán.

La programación de hoy

La explosión musical del mundo llega esta noche a su apoteosis en el día grande de WOMAD Cáceres en su trigésima edición. Las sesiones vespertinas de la Plaza Mayor las arrancarán los músicos de Extremadura de la Groovy Celtic Band (18.45 horas) y Cecilia Zango (19.40h.) Los primeros son una confluencia de destacadas y populares bandas del panorama musical extremeño y nacional, como Los Niños de los Ojos Rojos o El Pelujáncanu, de las que han mantenido la pasión por la música irlandesa y la música tradicional del arco atlántico. La segunda presenta en el festival su nuevo trabajo, Exótica, en el que las armonías del flamenco y la música árabe se ajustan al ritmo urbano. Tanto Carmen Loren, vocalista de Groovy Celtic Band como Cecilia Zango han expresado esta mañana estar cumpliendo un sueño al subirse hoy al escenario de la WOMAD en la Plaza Mayor. “Es el festival de nuestras vidas”, ha reiterado Loren.

También a este escenario (21.00 horas) se subirán Gyedu-Blay Ambolley es uno de esos legendarios músicos africanos que alcanzó su apogeo en los sesenta y setenta, irrumpiendo en la música con su propio sonido, denominado simigwa-do. Cantaba, producía, componía, tocaba el saxo, el bajo, la percusión como si fuera un hombre orquesta. Fue el primer músico de Ghana en incorporar formas de rap a los ritmos locales de la música del país. Y desde allí la dio a conocer al mundo en numerosas giras y más de treinta álbumes, cuyas más recientes músicas abrazan los ritmos del highlife, afrobeat, afropop y el jazz, como escucharán el sábado los espectadores del festival.

Aún en África, pero como destino y no como origen, el segundo gran concierto de hoy en la Plaza Mayor (23.00 horas) reúne a la big band berlinesa Omniversal Earkestra con su proyecto Le Mali 70. Este es el resultado de su gran viaje al país africano a la búsqueda de los viejos maestros de big bands que renovaron allí la música en los años 70, como Mystère Jazz de Tombouctou, Kanaga de Mopt, Super Bitons de Ségou y la Railband de Bamako. Bandas quizás ahora olvidadas en Europa, pero que aún hoy gozan de reputación en Malí. De aquel periplo, los berlineses grabaron un disco de homenaje a la rica historia musical de Malí durante la década de los 70, con el que se presentan en WOMAD Cáceres.

Metales, percusión y electrónica de Hackney Colliery Band sonarán potentes como fin de fiesta al filo de la una de la madrugada ya del domingo. Desde el lanzamiento de su álbum debut homónimo en 2011, el colectivo londinense se ha consolidado como uno de los grupos más emocionantes del Reino Unido con su música de jazz.

Y en la maravillosa y recogida Plaza de San Jorge, el dúo que forman el violinista Mauro Durante y el guitarrista Justin Adams, quien esta mañana en rueda de prensa ha recordado con emoción su actuación en el primer WOMAD Cáceres, desplegarán a las 22.00 horasuna música que bebe del Magreb, del desierto del Sahara y el delta blues, de la taranta de Puglia en el sur de Italia y del soul rockero.

El grupo castellano de música folk El Nido cerrará los conciertos en San Jorge a las 00.00. Su segundo disco, Refugios a cielo abierto (un título que reconocen será esta noche especialmente simbólico bajo el cielo de Cáceres y en esa plaza mágica), define su propuesta musical, que recoge parte de los sonidos tradicionales de Burgos, de donde son originarios: Jotas, ajechaos, ruedas burgalesas, latas de pimentón y sartenes suenan en canciones que hablan de intereses plenamente contemporáneos.

Fotos: Fernando Ojeda

Manifiesto WOMAD

Buenas noches, Cáceres

Buenas noches, Extremadura

 Y gracias, muchas gracias, por estos 30 años de hospitalidad.

 Gracias por haber abierto las puertas al mundo y de mostrar al mundo la grandeza de esta ciudad y sus gentes. Cáceres es ciudad WOMAD indiscutible, no solo por haber acogido este festival y preservarlo frente a cualquier inclemencia durante tres décadas, sino porque su ciudadanía ha asumido la misión y los valores de WOMAD como si fueran suyos a lo largo de más de una generación.

Resulta especialmente emocionante haber visto crecer cada mayo por estas plazas y calles a jóvenes que dieron la bienvenida al festival de la mano de sus padres que ahora llegan hasta aquí con sus hijos y sus hijas para que la tradición continúe.

Una generación maravillada ante al mundo de las músicas, el arte y las danzas que hace 30 años trajo WOMAD hasta aquí en un imprevisto retorno cultural desde tantos sitios recónditos a los que llegaron algunos de sus antepasados.

Gracias por estos 30 años de inmensa alegría.

Cáceres es una ciudad abierta al mundo, cosmopolita y culta. Es una ciudad tolerante y divertida.

Una ciudad comprometida con los valores de este festival y de la fundación que lo promueve en varios puntos del planeta.

Ahora que suenan tambores de guerra que hablan de reposicionamiento geoestratégico mundial, esos valores adquieren más vigencia y obligan a toda la ciudadanía a actuar con firmeza democrática para exigir a quienes tienen el verdadero poder que lo ejerzan a favor de la humanidad y no de bastardos intereses económicos, armamentísticos o estratégicos.

WOMAD está con los pueblos que sufren las guerras, pero también la represión o la violación de derechos humanos. Pueblos como el saharaui, el palestino, el nicaragüense, el afgano, el maliense… Y con las personas en movimiento que están siendo rechazadas en las fronteras o directamente abandonadas al capricho del mar por países presuntamente civilizados.

La vida y la felicidad humanas son la principal obligación de quienes tienen el encargo de dirigir las instituciones. Por eso es importante que ejerzamos nuestros derechos de ciudadanía sin restricciones, que elijamos para exigir, que votemos para no quedarnos nunca sin voz.

Vivimos desde hace unos años tiempos de involución en los que por negarse se niega la emergencia climática o la violencia contra las mujeres. Tiempos de bulos y de mesías de cartón piedra que, en nombre de una supuesta libertad, quieren arrebatarnos la que tanto trabajo nos ha costado conseguir.

WOMAD reivindica, entre otros valores, el de la Educación multicultural para fomentar el respeto y el aprecio entre los pueblos del mundo. Los pueblos formados e informados son imbatibles frente a la demagogia, el populismo y la corrupción.

No permitamos pasos atrás en nuestros derechos.

 Y recuerden: este es un festival de respeto. Respetemos este hermoso entorno. Respetemos a todas las personas que están aquí, los hombres, las mujeres, la infancia… A nuestros derechos y a nuestro consentimiento: sólo sí es sí.