La 34ª edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres encara su recta final con uno de sus montajes más esperados, La Celestina, uno de esos retos para actrices (y para actores, como José Luis Gómez), que el propio festival ha mostrado a lo largo de su historia en diferentes montajes.

En este caso, Anabel Alonso encarna al personaje creado por Fernando de Rojas en el siglo XV en la versión que se representa mañana sábado en la plaza de San Jorge. Hoy, El Brujo ofrece en el mismo escenario la segunda función de su El viaje del monstruo fiero y el grupo Aqueltrovar canta al amor en un recital de música de los siglos XV y XVI en la Iglesia de la Preciosa Sangre. En Las Noches Golfas, Dani Jaén presenta mañana Segismundo encadenado. El festival se despide el domingo con La malcasada, de Lope de Vega.

Anabel Alonso suma su nombre a la lista de grandes intérpretes que han puesto su imagen a la Celestina (Nuria Espert, Terele Pávez, Charo López y Gema Cuervo, entre otras). Esta intérprete, una de las más versátiles y reconocidas en el cine, el teatro y la televisión trueca su habitual vis cómica por el reto encarnar a un personaje de densa altura dramática y uno de los mitos del teatro español.

El autor de la versión que se exhibe mañana en el Festival de Cáceres, Eduardo Galán, explica que la obra de Fernando de Rojas “posee tan alta medida de universalidad e intemporalidad que, aún hoy, nos sorprende, nos desconcierta y nos atrapa. A través de un lenguaje de enorme eficacia, los personajes nos informan, interaccionan y generan conflictos, y se dibujan humanamente con una fuerza y un sentido muy profundos sin dejar de transmitir una sensación de vida cotidiana”.

Esos personajes son fundamentalmente tres: un Calisto enamorado de una Melibea que le rechaza y recurre a Celestina para forzar la voluntad de aquella a quien ama.

La malcasada cierra el domingo las funciones de La Escena Clásica. Estrenada en el pasado Festival de Almagro, este montaje de la compañía castellanomanchega Tumbalobos adapta una comedia de Lope de Vega, que la directora Ana Vélez encontró machista en una primera lectura. Profundizando en ella, comprobó que uno de los temas La Malcasada seguía vigente en nuestro tiempo, y era el hecho de ser víctima de las circunstancias para poder tomar decisiones con el corazón en lugar de moverse por otros intereses.

Desde ese lugar cuenta Vélez su montaje, que narra la historia de una viuda sin dinero que quiere casar a su hija con un buen partido: un viejo rico. A partir de aquí, Lope construye una comedia delirante donde reflexiona con humor sobre cómo la libertad de las mujeres queda supeditada al dinero y cómo los seres humanos nos convertimos en meros bienes de consumo.

Otras mujeres protagonizan el recital Cantar sola, incluido en la sección Las Notas Clásicas. Son aquellas que forman parte de las letras del Cancionero de Palacio, el repertorio musical de la corte española entre 1490 y 1505. La actuación del grupo Aqueltrovar el sábado en la Iglesia de la Preciosa Sangre (20.30) reúne temas en torno al amor cortés y al popular entre mujeres y hombres.

Junto a estas piezas, un cuarteto de experimentados músicos (los tres instrumentistas Antonio Torralba, José Ignacio Fernández y Daniel Sáez Conde, y la soprano Delia Agúndez) interpretarán danzas instrumentales renacentistas cuyos títulos remiten también a figuras femeninas.

Ese mismo día, La Noche Golfa propone Segismundo encadenado (El Corral de las Cigüeñas, 24.00 horas). Dirigido al público adulto, Dani Jaén interpreta al principal personaje de La vida es sueño de Calderón de la Barca, que el dramaturgo Miguel A. Latorre versiona libremente. Recurriendo a la ironía, a un ácido humor, esta pieza quiere hacer pensar en la sociedad actual, en sus sombras y ruidos que atormentan cada día al ciudadano.

Y durante el sábado y domingo, la prestigiosa compañía Nao d’Amor, referencia fundamental en la recuperación del teatro medieval y renacentista español, impartirá Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura un taller de iniciación al teatro medieval y renacentista.

El festival despide también a los niños con su última función, Mermelhada, el domingo en el Patio de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno (20.00 horas). La veterana compañía El Retablo presenta una obra de títeres, objetos, sombras y otros recursos teatrales con los que pone en escena la historia un hada bondadosa (Mermelhada) frustrada porque sus acciones siempre acaban mal. Desencantada con su condición de hada, pide a una anciana bruja que le enseñe algunos secretos de sabiduría ancestral.