El pasado lunes 24 de julio, a los 90 años de edad, fallecía en el Hospital de Mérida Juan Romero Vázquez, ‘Juan el maestro’ como era conocido entre sus vecinos y amigos cariñosamente.

Juan Romero Vázquez había nacido el 01/03/1933 en Ribera del Fresno, y ha fallecido a pocas horas del 25 de julio, uno de los días más felices de su vida, día en que conoció a su compañera de viaje, la hornachera Carmen Aceitón Hidalgo, durante la feria de Santiago en Almendralejo, allá por 1958.

Juan, el tercero de cuatro hermanos, Carmen, Dolores, Juan y Antonio, hijos todos de Plácido, bracero del campo y Francisca, que lo mismo blanqueaba, servía para diferentes casas, ejercía de matancera…con tal de llevar pan caliente a su hogar, inculcarían el trabajo y sacrificio a los suyos.

A los 7 años de edad, Juan comenzaría a trabajar cuidando ‘guarros’ antes de hacer lo propio como jornalero en todas las tareas del campo que se le requerían, pero también vendimiando y cogiendo aceitunas…De su padre aprendió el esmero y cuidado en sembrar melones que llegada la ocasión ofrecía a cuantos se interesaban o preguntaban por ellos.

Tras el servicio militar, ya con 25 años, Juan conoce a la que años más tarde será su mujer, Carmen, y tras cuatro años de noviazgo se casan un 31/10/1962, fruto de ello, cuatro hijas: Rafaela, Francisca, María del Carmen y Dolores, que a su vez dieron lugar a cinco nietos.

Pero Juan también sufrió la emigración, prueba de ello los dos años que residió en Barcelona (1967- 1968), a pesar de que seguiría ejerciéndolo durante varias campañas en la ciudad condal en época estival una vez era requerido.

Y no será hasta 1993 cuando a la edad de 60 años se jubila oficialmente, para seguir durante otros tantos años trabajando en el campo y en su huerto, pero esta vez ya sin prisas, por el amor a la naturaleza y un retorno a sus orígenes que siempre ha tenido presente.

Pero si algo ha tenido claro Juan ha sido su compromiso por la lucha obrera y sindical. Lucha que nace en los años previos a la guerra civil. Puesto que la vive en primera persona, sufre guerra, postguerra, los años de hambruna, la transición. Historia viva, como Carrillo. Perteneció al Sindicato Vertical. Forma parte de la Cámara Agraria junto a José Díaz Cáceres y Juan Ponce. Con la llegada de la democracia, participa activamente en política y en la lucha sindical que no cesa. Participó en las negociaciones del convenio del campo y fue concejal por el PCE durante la legislatura de 1983-1987.

En los ochenta, y así lo recoge ‘Algo para recordar’, uno de sus muchos escritos: “Con el apoyo de la provincia y el nuestro propio se firmó el Convenio del Campo. Este ha sido uno de los mayores logros de los obreros agrícolas: tener un horario y un sueldo mínimo”.

En 2001 Izquierda Unida le rendiría homenaje a sus mayores, entre los que se encontraba Juan Romero, dos años más tarde, Izquierda Unida entra en el gobierno local con 6 concejales: “a la sexta ha sido la vencida. Esta sexta vez se ha visto el fruto de la lucha de tantos años, por fin esta lucha está reflejada” comentaba Romero. Satisfacción que compartiría con otro de sus muchos deseos, la visita oficial que ofreció Marcelino Camacho a Ribera, una de sus mayores alegrías.

Quienes conocieron a Juan destacan, persona íntegra, honesta, luchadora, amigo de sus amigos y fiel a sus ideas asumiendo las consecuencias que esto pudiera conllevar pagando en ocasiones precios muy altos, pero sin agachar nunca la cabeza. Su mayor ilusión era que sus hijas pudieran tener una vida mejor de la que él tuvo transmitiéndoles siempre la importancia del trabajo, el esfuerzo la perseverancia y no rendirse nunca. A día de hoy, su legado continúa.

El entierro se llevó a cabo a las 18 horas del 24 de julio, ceremonia presidida por don José María Redondo Pilo, párroco de la localidad.

REDACCIÓN