En nuestro día a día nos enfrentamos a una variedad de situaciones que pueden generar ansiedad. Desde preocupaciones cotidianas hasta desafíos más complejos. Cada persona experimenta la ansiedad de manera única y por motivos diferentes.

Según ha explicado la psicóloga sanitaria del Centro de Salud Quirónsalud Don Benito, Silvia Vidal Santos, la ansiedad no se puede “etiquetar” de una única manera, sino que se presenta de diversas formas, con matices e intensidades diferentes en cada uno.

De esta forma, la ansiedad se puede describir como la preocupación anticipatoria de que algo negativo va a suceder y cuyas causas puede afectar a diversos aspectos de nuestras vidas.

Esta sensación anticipada, ha explicado la facultativa, desencadena una serie de síntomas físicos y emocionales relacionados con nuestras aprensiones, por lo que es fundamental llegar a comprender esta sensación y saber gestionarla. No obstante, ha querido matizar que la ansiedad no es completamente “mala”, ya que también nos puede proteger y mantener en alerta ante posibles peligros.

¿Qué causa la ansiedad?
Entre los motivos que causan la ansiedad, la psicóloga sanitaria, neuropsicóloga y terapeuta EMDR de Quirónsalud Don Benito, reseñaba que se puede deber a “cualquier situación que se escape de nuestro control y que pueda ser un desencadenante que genere malestar”.

Al querer evitar este malestar, explica la doctora, la persona puede sumarse en un estado de “pánico” porque se sienten impotentes para afrontar lo que va a suceder, por lo que trata de evitar que ocurra. “El intento de evitar el malestar puede agravar los síntomas y convertirse en un círculo vicioso de preocupación”, añadía la psicóloga.

Síntomas físicos y psicológicos
La ansiedad puede manifestarse con síntomas no solo psicológicos, sino también fisiológicos. Así, entre los primeros se encontrarían la irritabilidad, nervios, dificultad para concentrase, inquietud, aislamiento social, sobre planificación y pensamientos irracionales, entre otros.

En el caso de los síntomas fisiológicos, la ansiedad nos genera taquicardias, temblores, náuseas, falta de aire, dolor de cabeza, sudoración, diarrea y problemas de sueño, entre otros.

Aunque la ansiedad tiene un componente positivo a la hora de mantenernos en estado de alerta, la doctora sí que avisaba de la necesidad de estar pendiente a las señales para saber si debemos acudir o no a un especialista para que nos trate.

En concreto, la doctora Vidal recomienda acudir a un profesional cuando la persona comienza a sentir que la ansiedad interfiere con sus actividades diarias y le dificulta el llevarlas a cabo, cuando la salud física comienza a sufrir, cuando las relaciones interpersonales se ven afectadas o cuando todas estas cosas comienzan a suceder a la vez.

En cuanto a los tipos de trastornos vinculados a la ansiedad, la facultativa ha señalado que los más comunes son los de ansiedad generalizada, ansiedad por separación, fobia social, trastorno de angustia agorafóbica, trastorno obsesivo compulsivo y los trastornos por estrés post traumático.

Ocuparse y no preocuparse
Cuando hablamos de tratar los trastornos de ansiedad, no estamos hablando de encontrar una panacea, sino que se trata de establecer técnicas que nos ayuden a comprender cómo funciona la ansiedad en la situación única de cada persona para que puedan aprender a controlarla mejor y prevenir problemas.

La principal recomendación es aplicar la frase de “debes ocuparte, no preocuparte” para lo que hay que aprender a poner límites que nos ayudará a prevenir muchos problemas que derivan posteriormente en ansiedad. También es recomendable realizar ejercicios de respiración para controlar el cuerpo y calmarnos en un momento que sintamos que estamos ante un pico de ansiedad (según los síntomas antes mencionados).

Otro consejo básico para evitar situaciones que nos generen inquietud, es establecer prioridades y no intentar abarcar todo. También es fundamental aprender a reconocer las “ideas irracionales” y cuestionarlas, a la vez que contar con una buena red de apoyo social de amigos y familiares. Las más importante de todas, señalaba la doctora, pedir ayuda si vemos que estamos desbordados.

En esta línea de recomendaciones, la experta en psicología nos recordaba que para promover la salud y prevenir enfermedades mentales en general, no solo los trastornos de ansiedad, es crucial tener hábitos y estilos de vida saludables y realizar actividades de “autocuidado”.

Ente estas buenas opciones de estilo de vida, se incluye ser más planificados, intentar minimizar el estrés innecesario, mantenerse ocupado o sociabilizar, además de otras cuestiones básicas en todas las facetas de la vida. Entre ellas, mantener una buena higiene personal, llevar una dieta sana y equilibrada, realizar actividad física, una buena higiene del sueño y evitar el consumo de alcohol, drogas, etc.

En definitiva, la ansiedad es una reacción emocional común que afecta a todos, aunque de manera diferente. Reconocer su naturaleza y diversidad es fundamental para abordarla adecuadamente, así como buscar ayuda profesional cuando la ansiedad interfiere significativamente en la vida diaria.

La doctora ha recordado que la ansiedad es una respuesta protectora y, al entenderla mejor, podemos aprovecharla para crecer y enfrentar los desafíos que la vida nos presenta.

Silvia Vidal Santos, nueva psicóloga de Quirónsalud Don Benito.
La Doctora Silvia Vidal Santos es psicóloga sanitaria, neuropsicóloga y terapeuta EMDR en Quirón Salud Don Benito, donde se ha incorporado para prestar atención. Cuenta con formación complementaria como terapia sistémica familiar, máster en psicología clínica y psicoterapia infanto-juvenil y experto en igualdad y violencia de género entre otros.