UPA-UCE Extremadura ha solicitado a las Administraciones nacional y regional que arbitren medidas y ayudas específicas para el sector del viñedo, que se está viendo muy afectado por la sequía y por enfermedades como la transmitida por el mosquito verde. Además, la organización agraria ha exigido que se aborde la problemática de los precios en el mercado, de forma que se asegure que se cubren los costes de producción de los vitivinicultores.

En el contexto de la actual campaña, Catalina García, secretaria del vino de UPA-UCE, ha advertido de una caída de la producción de entorno al 30% debido a la climatología y al mosquito verde. En concreto, García ha señalado que los dos años de intensa sequía que atraviesa el campo están provocando un estrés hídrico que ya sufren las plantas de este cultivo permanente, “lo que amenaza a su
supervivencia”. Ha explicado, además, que “las plantas están muy desfoliadas, se están quedando sin hojas por la falta de agua y el mosquito verde”.

Este hecho está provocando que la uva comenzara a madurar muy irregularmente al inicio de la campaña. Así, aunque parecía que comenzaba con antelación con las variedades tintas y las primeras blancas, no ha sido así por las adversidades climáticas y las altas temperaturas. “La uva ha adelantado el envero – el cambio del color de la uva de verde a negra-, pero está madurando muy
irregularmente debido a las olas de calor y a la sequía”, ha explicado.

Ante esta profunda crisis que afecta al sector, la organización agraria ha insistido en que deben arbitrarse medidas específicas para el viñedo. “Somos un sector que no hemos recibido ayudas por la pandemia ni la sequía, a la vez que somos uno de los que más sufre las adversidades climáticas”, ha insistido García, para advertir que “la supervivencia de las explotaciones está totalmente en peligro”.