Hace unos días se llevó a cabo el estreno de “Batilo. El poeta de las luces”, todo un reconocimiento de Ribera del Fresno hacia su poeta más universal, Juan Meléndez Valdés.

De este modo la plaza del Ayuntamiento de Ribera del Fresno, acogió la obra de teatro popular, una representación que contó con alrededor de 100 personas en escena, entre actores y actrices voluntarias de la localidad y otros pueblos de la comarca, así como, dentro del equipo técnico de la representación teatral, como bailarina se encontró Gema Rangel Puentes de la vecina localidad de Solana de los Barros, entre otras figuras del arte escénico para poner de relieve la vida y obra de su hijo más ilustre, el poeta, político y jurista, Juan Meléndez Valdés.

Para Rangel, quien terminó la carrera de biología en la Universidad de Extremadura y actualmente estudia un máster en bioquímica y biología molecular, compaginándolo con sus clases de ballet, se define como una chica a la que le apasiona la danza.

Y es que esta solanera enamorada del arte en todas sus formas le gustó siempre aceptar las oportunidades que se le han venido ofreciendo para participar en cualquier actuación y de esta manera seguir formándose, aprendiendo de grandes profesionales y disfrutando de lo que tanto le gusta. Todo empezó con clases de ballet con 9 años, de eso ya hace hace 15 años que practica este arte.

La propuesta de este proyecto musical-teatral de Meléndez Valdés le llegó a través de su antigua profesora de ballet, quien le comentó lo que se estaba haciendo en Ribera y que necesitaban a una bailarina, “y como he dicho antes, nunca rechazo la oportunidad de vivir una nueva experiencia artística”, comenta sonriente Gema Rangel.

La escena que interpreta ésta chica de 24 años lo define ella como una ruptura total con el resto de la obra, el ambiente, el vestuario, la sintonía…”y refleja bastante bien como debió ser él en aquella época, rompedor y diferente a todo lo que le rodeaba”, apunta quien reconoce haber descubierto tanto a Ribera del Fresno como al personaje de Meléndez a través de esta obra. “Nunca antes había participado en una obra de teatro ni en nada parecido en relación con algún autor histórico. De hecho, para mi ha sido una nueva forma de incluir la danza en un espectáculo y de esa manera tan diferente que ha sido bailar contemporáneo con una canción de rap en una obra ambientada en el siglo XVIII. Una mezcla loca que ha resultado un éxito. Nunca me hubiera planteado algo así, me llevo ese nuevo punto de vista y de interpretación. Siempre sé aprender algo nuevo y en general ha sido una experiencia enriquecedora tanto en lo personal como en lo profesional. Por tanto me hace pensar volver a poner danza a algún clásico más”, lo que destaca un antes y un después en su carrera.

Y cierra Gema: “Han sido unos días muy gratificante, me he sentido una más del pueblo, acogida y arropada por todos los compañeros del equipo. Ha sido un placer haber podido formar parte de esta obra, conociendo gente encantadora y grandes artistas. Y ahora, seguiré con mis clases de ballet y tengo pendiente un nuevo papel de bailarina en una obra de teatro que si todo sale bien, se estrenará en febrero del próximo año”.

Foto: Verónica Conejo